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Donibane Garazi, Baja Navarra. La capital bajonavarra acogió el pasado domingo, 22 de septiembre, la octava edición de la fiesta de Amerikanoak que ha institucionalizado la asociación Euskal Artzainak Ameriketan, formada por personas vinculadas al hecho vascoamericano y a la emigración que desde fines del siglo XIX ha unido a numerosos vascos de ambos lados del Pirineo con el Oeste de Estados Unidos, y que ha dado pie a la formación allá de comunidades de americanos de origen vasco y aquí a numerosas familias en las que vive y se manifiesta con fuerza el componente, las vivencias y el sustrato norteamericano que aportaron los años de residencia y duro trabajo allá de algunos de sus integrantes.

Entradas ya en años, pero con una ilusión que se asomaba a sus ojos, alrededor de seiscientas personas participaron de una jornada festiva largamente esperada durante todo un año, en la que se manifiesta con fuerza la marca que aquella experiencia dejó en varias generaciones de vascos, puesto que llega también a los hijos y nietos de quienes fueran pastores. Si bien la emigración al Oeste paró hace ya cuarenta años, las personas, sus recuerdos, los lazos y las familias que cultivan y comparten en ambos países una misma cultura insuflan vida a eso que se da en llamar el hecho vasco-norteamericano, del que dieron fe el sábado los reunidos en Donibane Garazi.

 [La jornada se inició con un hamarretako al estilo vascoamericano servido en el mercado de Donibane Garazi, con xingarra, gasna (beicon, queso...) etc. en el que reinó ya desde primera hora la animación de los encuentros y reencuentros (foto EuskalKultura.com)]

 [Una salda o zopa con bastante bixigarri (picante) ayudó a mojar el gaznate. Al bankarra Henri Oçafrain, con muchos años de residencia en San Francisco, donde sigue viviendo parte de su familia (con hermanos repartidos entre Euskal Herria y América) le gustó y repitió. El pan se agotó y hubo que traer más. Todo resultó un excelente acompañamiento para lo principal, que era allí la tertulia y el saludar a nuevos y viejos amigos (foto EuskalKultura.com)]

 [Entre otras muchas personas, resultó una jornada particularmente emocionante por ejemplo para el arnegitarra Denis Camino (a la izquierda), residente en Buffalo, Wyoming, que participaba por primera vez en el encuentro. Fuimos testigos de la emoción e inclusó alguna lágrima que brotó en alguno de sus compañeros de colegio, con quienes no se encontraba desde antes de que emigrara a California y más tarde Wyoming (foto EuskalKultura.com)]

 [Un espectáculo de aizkolaris, cortadores de troncos con sierra mecánica y deporte rural se ofreció frente al Jai-Alai de Donibane Garazi, gozando del seguimiento, a pesar del fuerte sol reinante, de la numerosa concurrencia. En su transcurso se homenajeó a Txomin Arranbide, urepeldarra nacido en California, con sus 91 años el participante de más edad del encuentro (foto EuskalKultura.com)]

 [Como parte del programa, bertsolaris y cantos, algunos de ellos interpretados (en la imagen) por el matrimonio californiano formado por Maitexa y Mattin Etchamendy (foto EuskalKultura.com)]

 [Y bien pasado el mediodía, la jornada desembocó en la tradicional comida de hermandad que llenó la cancha del Jai-Alai de Donibane Garazi, donde el euskera se mezclaba con el español y francés de los asistentes, mayoritariamente navarros de ambos lados de los Pirineos (foto EuskalKultura.com)]

[El encuentro se prolongó hasta alrededor de las siete de la tarde, hora de partida de los autobuses que trasladaron desde diferentes puntos de la geografía navarra a buena parte de los asistentes. Hubo también tiempo para sorteos, cantos, en medio de un excelente ambiente. Para el año que viene flota en el aire celebrar la nueva edición del encuentro en las Bardenas (foto EuskalKultura.com)]