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Ciudad de México, México. El acto comenzó con unas palabras de bienvenida por parte de Maricarmen Arrechea, miembro de la Directiva, y Miguel Larregui, presidente de Euskal Etxea, y posteriormente se llevó a cabo la  proyección de un emotivo video recordando la vida de Juantxo. Su infancia, juventud, madurez y vejez rodaron por la pantalla; como audio, música grabada e interpretada al piano por el propio artista, "haciendo de esta proyección una excelente y alegre forma de recordarlo", señalan desde la organización.

Posteriormente se dio paso a la Maestra Thusnelda Nieto y sus alumnos Cynthia Sanchez, Liliana Aguilasocho, Zayra Ruiz y Jorge Eleazar Alvarez, que acompañados al piano por Iván López Reynoso, interpretaron un amplio repertorio de piezas del agrado de Juantxo. Cabe destacar que para ello se usó el piano que se utililizaba el mismo Juantxo, luciendo la insignia que usó Juantxo cuando cantaba con la coral de Elizondo. Puede decirse que con ello la presencia de Juantxo no fue sólo espiritual, sino de algún modo también física. El tener estos objetos en el lugar hicieron que fue mucho más emotiva la ceremonia, señaló el testimonio de varios de los presentes.

Finalizada la actuación de los alumnos de la Maestra Thusnelda, se dio paso a la presentación del guitarrista José Isidoro Ramos, quien también interpreto música de agrado de Juantxo, en la que destacó la melodía “Oñazez” del Padre Donostia, que tan magistralmente interpretaba Juantxo al piano.

Tras ello se pasó a la presentación de la escritora Olga Palmero, quien leyó diferentes escritos y un poema dedicados a Juantxo por varios de sus amigos. También leyó el poema que Juantxo dejó en su escritorio y que reza así:

A salvo en casa

Al fin en casa, en el cielo:
Tan feliz y tan radiante;
En esta eterna luz
Existe una perfecta alegría y belleza.

 Todo dolor y aflicción se han ido,
Ha pasado toda inquietante sacudida;
Estoy ahora en paz para siempre,
A salvo en casa, en el cielo

Llegada la hora de cerrar el acto, su esposa Eva puso el broche de oro, leyendo un escrito dedicado a Juantxo y que tituló “Juantxo Viguria nos dice hasta luego”, logrando que los asistentes saltaran en un efusivo y emotivo gran aplauso que dio por concluida la presentación. Seguidamente se dio pasó a un vino de honor en el que los amigos de Juantxo conversaron y compartieron recuerdos del amigo y maestro partido. Así llegó el evento a su fin, dejando en los presentes un muy buen sabor de boca.

-Más información en 'Dina Leku', Facebook de Maricarmen Arrechea