Los vascos de Reno, en Nevada, se reunieron en la 40 edición del Basque Festival organizado por Zazpiak Bat
25/07/2007
El público del festival se animó a probar con las tradicionales txingak (foto RGJ)
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La Euskal Etxea de Reno, el Zazpiak Bat Basque Club, reunió un año más a un buen número de vascos y amigos de los vascos del estado de Nevada, que se acercaron hasta la ciudad para disfrutar del Reno Basque Festival. Esta fue la 40ª edición del encuentro, que permitió una vez más a los vascos dar a conocer y disfrutar de su cultura. Desde las 10:00 el parque Wingfield fue escenario de exhibiciones de dantza y herri kirolak, conciertos y stands de gastronomía y artesanía. [Albiste hauxe bera euskaraz, hemen]
Reno, Nevada, EEUU. 40 ediciones lleva ya el Basque Festival de Reno, la principal cita anual en la que la Euskal Etxea Zazpiak Bat celebra cada año la cultura vascoamericana y su influencia en el estado norteamericano de Nevada. La cita reunió una vez más a vascos llegados desde distintos puntos del estado, que el pasado 14 de julio se acercaron hasta el Wingfield Park, situado en una isleta en pleno centro de la ciudad de Reno, para disfrutar de una alegre jornada festiva la aire libre. El festival comenzó con el 'compromiso de lealtad', que recitó Jim Ithurralde, presentador de festivales vascos en Nevada desde hace casi cuarenta años, y los sones del 'Gernikako Arbola', cantado por los asistentes.
A continuación el grupo de dantzaris del Zazpiak Bat, dirigido por su instructora Kate Camino, ofreció una exhibición de euskal dantzak, que fue seguida con gran interés y aplausos por parte del público. En el espectáculo los símbolos de la cultura vasca se mezclaban con otros norteamericanos --en algunos bailes los dantzaris portaban junto a la ikurriña la bandera norteamericana-- en representación de la doble herencia cultural de los participantes.
La jornada incluyó otras actividades, como exhibiciones de herri kirolak, de la mano de harrijasotzaileak (levantadores de piedras) y aizkolariak (cortadores de troncos). Además, los asistentes pudieron degustar típica comida de picnic con platos tradicionales de las fiestas vascoamericanas, como chorizo, estofado de cordero, alubias, lomo con pimientos o sandwiches de tortilla de patatas, preparados todos ellos por los miembros de la Euskal Etxea. No faltaron stands de artesanía, como el de las artistas locales Linda Barrenchea y Holly Waltz, que ofrecían calabazas decoradas a mano de variados tamaños, colores y diseños. La música llego, por su parte, de Jean Fletcher y su banda, que animó la velada con los sones de sus ritmos profundamente vascos, si bien Made in Utah.