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Ontario, EEUU. la 67ª edición de la fiesta anual de la Euskal Etxea de Ontario tuvo lugar el pasado 22 de febrero, en el Four Rivers Cultural Center, con la participación de cerca de 450 personas. La jornada incluyó una cena con un menú compuesto por Bacalao con pimientos, vainas, roast beef, arroz, ensalada, guisado y postre, elaborado por un animoso grupo de voluntarios del centro.

[Voluntarias del equipo de cocina del Ontario Basque Club (foto OntarioEE)]

Uno de los momentos más bellos de la noche fue la exhibición de euskal dantza del grupo del centro, que cuenta con nuevas instructores de dantza este año: Bradi Fritts y Sage Stringer. El grupo Beti Alai ofreció las siguientes actuaciones: Agurra, por Elena Tipton (18) y Matea Berria (17); Jota, por Enrike y Lisa Corcostegui: varios bailes de Bizkaia, Lapurdi, Gipuzkoa y Nafarroa por 20 dantzaris de Beti Alai. No pudo participar el dantzari Luke Barinaga, porque tenía otro compromiso: estuvo en Sun Valley, Idaho compitiendo en la "Monroe Cup" de ski, donde ganó dos medallas. ¡Zorionak!

[Dantzaris de Beti Alai, listos para salir a escena (foto OntarioEE)]

El baile terminó con una invitación a los espectadores a bailar txulalai con Beti Alai (foto OntarioEE)

Otro de los puntos centrales fue la tradicional subasta del cordero, donado por Rosie Gabiola. Se vendió 42 veces y el dinero recaudado se donará a entidades de la comunidad, como el centro de jubilados y el Treasure Valley Boys and Girls Club, entre otros. Otros premios de la subasta incluían una cena para diez personas preparada por los socios del club y servida en la Euskal Etxea; una cena en el Epi’s Basque Restaurant y un “árbol de dinero” de 100 dólares.

También hubo una exposición con fotografías de anteriores ediciones de la fiesta y Sustraiak, el proyecto de historia familiar que ahora tiene un base de datos de más de 13.000 personas. La música corrió a cargo del grupo Barry’s Band.

[Exposición de fotografías; una mirada a las anteriores ediciones de la fiesta (foto OntarioEE)]

La fiesta fue muy animada, en gran parte por una brillante idea de los organizadores, que prepararon una especia de photocall, donde los asistentes se disfrazaron y fotografiaron con un fondo de un tradicional baserri. El invento se convirtió en el punto más concurrido de la noche, y tanto txikis como mayores se divirtieron con las poses más variadas.

[Disfraces y poses divertidas en el "photocall" de la fiesta! Más imágenes en la página de Facebook de Ontario Basque Club (foto OntarioEE)]