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“Vivimos en un país pequeño, pero grande haciendo ciertas cosas, y el ciclismo es una de ellas” (en Noticias de Gipuzkoa)

2016/10/16

Jon Odriozola, director deportivo del Euskadi Basque Country Murias. El proyecto del Euskadi Basque Country Murias se prepara para afrontar en 2017 un año clave. Se tratará de seguir creciendo en la carretera, y de hacerlo también en los despachos

Lotura: Noticias de Gipuzkoa

Marco Rodrigo / Oñati. ¿Qué nota le pone al 2016 del Euskadi Basque Country Murias?

-Me atrevería a ponerle incluso un sobresaliente. Igual parece pretencioso, pero se han cumplido los objetivos que nos hemos marcado. Así que le pongo un sobresaliente, o un notable alto.

¿Pese a que no se ha podido dar el salto a la categoría Continental Profesional?

-Hombre, mi valoración era deportiva, tomando como referencia lo que hemos hecho en la carretera. Lo de no haber dado el salto de categoría responde ya a una cuestión de despachos. Es una pena, porque existe la necesidad de subir ese peldaño cuanto antes. Pero me quedo con que el equipo va a tener continuidad en 2017. Y, si eso sucede, es porque tenemos el apoyo y el respaldo institucional. Se trata de un aliento que yo necesitaba para seguir al frente del proyecto. A mí me han confirmado que el salto a Continental Profesional llegará. Me quedo con eso. Y por ello continúo.

¿Subir de categoría es una cuestión de ganar más carreras o de tener más dinero?

-Es más una cuestión de generar ya unas sinergias claras, y de demostrar lo que queremos ser, lo que queremos hacer. Durante estos dos años, pienso que se ha podido ver bien a las claras que somos el equipo de casa, el equipo de Euskadi, una especie de selección vasca para todos los clubes de cantera, a los que queremos representar. Tomando esa intención como punto de partida, tenemos que completar un trabajo de base serio. ¿Cómo? Primero, explicándolo todo. Explicando que este proyecto está por encima de personalismos y de decisiones individuales. Y después, firmando buenos convenios con esos clubes vascos de cantera, para convertirnos en el referente de todos ellos.

¿Y de lo financiero qué me dice?

-Que Murias está tirando del carro, queriendo identificarse como proyecto vasco, sin ninguna ayuda económica adicional. Eso hay que agradecérselo, y mucho. Estamos ante la única empresa que ha invertido últimamente en ciclismo. No solo aquí en Euskadi, sino en todo el Estado, y me atrevería a decir que incluso en Europa. El patrocinio en este deporte está muy difícil, pero ellos han dado ese paso, y encima han querido completar también una labor social, mostrándose dispuestos a apoyar un proyecto al que le hemos puesto el nombre de Euskadi porque eso es lo que queremos ser. A partir de ahí, está claro que esto no se sostiene solo con Murias. Así que toca seguir dando pasos. Por que el salto a Continental Profesional hay que darlo cuanto antes.

¿Hay una fecha límite para conseguirlo?

-Sin ninguna duda. Iniciamos el proyecto pensando que dos años iban a ser suficientes para llegar, pero hemos visto que no es tan sencillo. Hay que pelearlo. Deben existir muchos consensos previos. Sí me reconforta ver que tenemos un claro apoyo institucional y una hoja de ruta firmemente marcada, tanto con las propias instituciones como con varias empresas. ¿Fecha límite? Nosotros en junio tenemos que tener el proyecto de 2018 perfectamente estructurado. Si no es así, no tendrá sentido continuar. Ahora mismo no contemplamos la posibilidad de que el proyecto no salga adelante. Estamos trabajando en él y las cosas van muy bien. Pero hay que ir plasmando y firmando todo eso acerca de lo que hemos hablado durante los últimos meses.

Por lo que me dice, tiene que ser el año que viene.

-Está clarísimo. Personalmente, creo que he invertido mucho tiempo, muchas ganas y mucho interés en hacer algo bien hecho. Y, para que así termine siendo, el paso hay que darlo ya. Pero también te digo que estos tres años en la categoría Continental, contando el próximo también, nos habrán servido a la larga para pulir detalles y sentar unas buenas bases.

Me hablaba antes de concretar todo lo que se ha hablado. ¿Con quién se ha hablado? ¿Qué agentes están interviniendo en todo este proceso?

-Lo más importante de todo es que desde el Gobierno Vasco nos han mostrado su apoyo y ayuda para llevar adelante este proyecto. Existe una idea clara de que esto hay que hacerlo bien. Y, por otra parte, también hay un grupo de empresas igualmente vinculadas a este sentimiento. Así que por un lado están las conversaciones con el ámbito digamos público, desde donde nos ayudan a llegar a un ámbito más privado, a esas empresas interesadas en el proyecto. Así nos vamos abriendo camino poco a poco. Esa es la clave.

Ya lo ha comentado: esto no se sostiene solo con Murias.

-Eso es, pero no queremos montar un Sky con 40 millones de presupuesto, eso que quede claro también. Queremos formar un proyecto sólido, serio, que trabaje la base, y que ofrezca al ciclismo vasco lo que este merece. Se trata de sacar adelante a todos los chavales que despunten aquí, dándoles salida con un equipo competitivo y de marcada identidad. Al final, esto no es solo un proyecto deportivo. Es un proyecto de país.

Explíqueme este último punto de vista.

-Mira, existen otras disciplinas deportivas con las que muchos vascos se identifican y que, sin embargo, más que unir nos dividen. En fútbol, en Primera División, tenemos a cinco equipos vascos. Unos aficionados son de la Real, otros del Athletic, otros del Eibar, del Alavés... Pues bien, con nuestra escuadra estaríamos hablando de la suma de todos esos proyectos, encima con una idea clara: que todos nos identifiquemos con ella por encima de ideologías, porque lo que defiende el equipo es que en este pueblo, no muy grande en lo geográfico, tenemos una personalidad y sí que somos grandes haciendo ciertas cosas. El ciclismo es una de ellas. Esto es lo que buscamos, algo que en cierta medida ya se logró con el Euskaltel. Ahora queremos recuperar aquel proyecto y darle un buen trabajo de base. Ahí creo que radica el secreto. Si establecemos una estructura de cantera como las que, por ejemplo, pueden tener los clubes de fútbol en sus territorios, hay equipo y proyecto para veinte, treinta o cien años.

Esos equipos de la cantera futbolística suelen recibir compensaciones por su labor. ¿Lo contemplan?

-Este es un aspecto importante en el que también estamos trabajando. Lo que perseguimos actualmente es cambiar las cosas para que esos equipos que sacan corredores vean luego contemplados también sus derechos de formación. Es decir, que si promocionamos a uno de sus chavales y este se marcha, por ejemplo, al Movistar al cabo de un par de temporadas, los clubes de origen reciban compensaciones. Si queremos surtirnos de nuestra cantera, tenemos que firmar esos convenios tan necesarios para atar circunstancias como la que te acabo de explicar.

¿Firmarían todos los equipos de la cantera?

-El trabajo que estamos llevando a cabo interesa a todos. Si existe un único equipo que pasa a los corredores vascos a profesionales, todos deberían estar en ese convenio. Necesitamos que, por contrato y mediante convenios serios, con el Gobierno Vasco como ente controlador, se nos dé luz verde definitiva para hacer bien las cosas y convertirnos en un referente, en una vía de salida para la cantera vasca. Dentro de todo el proyecto, una vez que subamos ese ansiado peldaño, sitúo también la creación de un futuro conjunto Continental, en el que podamos trabajar únicamente en la formación. Sería una especie de filtro entre nuestro equipo y el pelotón aficionado. Y no costaría nada.

Sus ciclistas, de momento, siguen creciendo.

-Si antes les ponía un sobresaliente era, más que nada, por los comentarios que me llegan de los organizadores de las pruebas y de otros directores deportivos. Nos han felicitado, por ejemplo, en la Route du Sud, una carrera que ganó Movistar, y en la que resulta difícil participar para una escuadra Continental extranjera. También nos han felicitado en la Vuelta a Andalucía, donde quizás no estuvimos a nuestro mejor nivel, pero ofrecimos la batalla de siempre. La gente entiende que equipos y planteamientos como los nuestros permiten ver carreras más dinámicas. Así me lo han reconocido también Erik Breukink, director deportivo del Roompot, o Bruno Cenghialta, del Tinkoff. Yo todo esto lo valoro mucho. Y me da pena que, luego, todos estos elogios no se conozcan en nuestro entorno.

En 2017 tampoco podrán estar en la Itzulia. ¿O sí?

-Vamos a ver... Con todos mis respetos hacia la organización, hacia la UCI y hacia el resto de estamentos implicados en el asunto, agradeciéndoles además todo su apoyo para que el equipo esté presente en la Itzulia, quiero subrayar que, siempre que existe una voluntad de hacer algo, existe también la posibilidad de concretarlo. Era imposible crear este equipo, y lo hemos logrado. Era imposible correr buenas pruebas del calendario, y lo estamos haciendo. Era imposible dar el salto a Continental Profesional, y lo daremos si seguimos así. Cuando me dicen que algo es imposible, más ganas siento de llevarlo a cabo. ¿La Itzulia? No creo que sea imposible. Hay casos, por ejemplo en el Down Under o en Polonia, en los que un equipo Continental ha corrido una prueba del World Tour. Bajo otras fórmulas, eso sí. Como la de una selección nacional, por ejemplo. Existen posibilidades, y lo que tenemos que ver es si nos interesan.

Así que lo va a volver a intentar...

-Si a la UCI le explicas la situación con el apoyo de organizadores y equipos, si le expones que adelantar ciertos pasos puede resultar positivo para la evolución futura de un conjunto como el nuestro, estar en la Itzulia resultará hasta sencillo. Fíjate lo que te estoy diciendo. Pero entiendo también que esto no es un camino de rosas y que siempre va a haber alguien que intente poner zancadillas.

Cabe recordar que los equipos de categoría Continental no pueden competir en el World Tour...

-Sí, pero no me cansaré de repetir que nosotros no somos un equipo Continental. Somos un proyecto de un enorme potencial, metido ahora mismo en un cuerpo pequeño. Por eso te comentaba que lo primero ahora es dar a conocer lo que queremos llegar a ser. Al fin y al cabo, lo que llevamos impreso en nuestras camisetas es el nombre de Euskadi Basque Country. Y eso alude sobre todo a un proyecto de futuro, a un proyecto que circunstancialmente figura ahora en una categoría que no le corresponde. Los equipos de Continental son conjuntos de formación, una labor que estamos llevando a cabo mientras crecemos. Pero buscamos ir más allá. Buscamos correr la propia Itzulia, la Vuelta, el Tour... El sistema de competición nos permite, durante este proceso, estar en el pelotón junto al Sky, el Movistar o el Tinkoff en algunas pruebas. Y las sensaciones que estamos ofreciendo ahí están. Son muy positivas.

En marzo llegó la primera victoria de Murias, con Imanol Estévez en la Vuelta al Alentejo.

-Las carreras están para ganarlas. Si los ciclistas me leen ahora decir que el único objetivo es la formación y pelear, pensarán que soy un cabrón, porque siempre les exijo lo máximo. Pero también tenemos que tener claro quiénes somos. Queremos llegar a disputar las mejores pruebas del calendario, pero partiendo de un trabajo de base serio, y logrando transmitir la identidad del ciclismo local. Si logramos que cada vasco que sale a la carretera a ver al pelotón o coge el periódico para informarse se identifique con el equipo y con su camiseta, ya estará casi todo hecho.

¿Casi todo hecho?

-En cuanto a los objetivos identitarios del equipo, sí. A partir de ahí, está claro que necesitamos ayudas institucionales para establecer una estructura sólida de cantera. Y que necesitamos ayudas del ámbito privado que irán destinadas al futuro equipo de categoría Continental Profesional. También necesitamos establecer unos criterios sólidos y estables que se sitúen incluso por encima de mis criterios personales, para utilizarlos luego, por ejemplo, a la hora de decantarnos por promocionar a un ciclista u otro. Necesitamos, en definitiva, definir unas bases sólidas.

¿Hizo mucho daño el año que transcurrió entre la desaparición de Euskaltel y el nacimiento del Murias?

-El primer propósito del proyecto actual consistió en evitar que se apagara aquella llama. Si no llegamos a estar nosotros ahí para dar salida a entre 14 y 16 chavales, y para generar expectativas en otros 20 o 30, lo que estamos construyendo ahora no se podría haber concebido ya hasta dentro de dos décadas. Hace dos años, se trataba simplemente de que el ciclismo vasco no muriera, porque luego, arrancando desde cero, resulta mucho más difícil hacer las cosas. La situación actual, en cualquier caso, es la que es. Y los procesos hay que respetarlos. Si alguien quiere que dentro de dos años estemos ganando etapas del Tour, mejor que se haga del Sky. Y claro que queremos terminar logrando triunfos allí, ¿eh? Se compite para eso. Pero ahora hay que hacer las cosas bien para ser competitivos en el futuro. Eso es lo que prima para mí.

Por encima incluso de los resultados.

-Los resultados dicen que estamos en el buen camino. La victoria de Estévez ahí está; fue muy importante. Ganamos la clasificación por equipos de la Vuelta a Madrid por delante de Movistar y Caja Rural. Gari Bravo estuvo a muy buen nivel en Asturias y en la propia Vuelta a Madrid. Bizkarra e Iturria anduvieron adelante en la Route du Sud. El Tour del Porvenir de Alex Aranburu fue muy bueno. Y hemos subido al podium tras llevarnos varias clasificaciones secundarias. Pero si con todo este bagaje no conseguimos dar el salto de categoría, nada tendrá sentido. El objetivo es que estos chavales tengan continuidad para progresar.

Estos hitos deportivos se concentran en su mayor parte durante la pasada primavera. ¿Se ha hecho larga la temporada?

-Con un plantel tan limitado en cuanto a número, con ciclistas que además todavía están muy verdes, resulta inevitable tener altibajos durante una campaña entera. Hay lesiones, picos de forma... Y si esto afecta a los corredores llamados a estar más arriba en las clasificaciones, la labor del resto termina por no lucir tanto. El reconocimiento, en cualquier caso, siempre lo hemos tenido. Pero, como explicaba hace un rato, siempre nos ha llegado desde dentro del mundo del ciclismo. Yo sí he echado en falta un apoyo más continuo desde casa. Si a la gente se le explica bien lo que es esto, lo entiende, y lo puede seguir desde casa por televisión, por ejemplo viendo la Route du Sud en lugar de la Vuelta a Suiza, pienso que llegaremos con mayor facilidad al aficionado. Por eso comento siempre que esto lo tenemos que construir entre todos. Y cuando digo todos, digo todos. Estamos ante un proyecto para todos y que no es posible en ningún otro deporte a este nivel tan profesional.

¿Por qué?

-Por lo que comentábamos antes. Puedes hacer algo potente en baloncesto, por ejemplo, pero no tendrás jugadores locales. Puedes hacer algo en fútbol, pero a costa de dividir, a costa de apoyar equipos de capitales. Puedes hacer algo en pelota o en sokatira, pero dentro de un ámbito más local. Nosotros, en cambio, estamos hablando de un proyecto único para el ciclismo vasco, y para competir con corredores de aquí en las mejores pruebas del mundo.

¿Para cuándo hay que tener todo esto perfilado? Me hablaba antes de junio...

-Hay que trabajarlo desde ya. Cuando te hablaba antes de junio, me refería a poder confirmar que tendremos una escuadra Continental Profesional en 2018. Y a partir de entonces sí que tocará apuntalar muchas cosas. Porque tienes posibilidades económicas, porque ya tienes patrocinadores... También te digo que, una vez que el proyecto eche a andar, habrá muchas cosas que nos llegarán más fácil. Estás en la Itzulia, estás en la Vuelta, estás en el Tour... Y todo el mundo quiere participar de ello.

Hace casi un año, en noviembre, se reunió en París con el ‘capo’ de la ronda gala, Christian Prudhomme.

-Fue una experiencia muy positiva. Se me pidió en un principio que acudiera para tantearle la opción de Bilbao como final de alguna etapa, algo para lo que la experiencia de la pasada Vuelta resultó esperanzadora, ya que Prudhomme quedó encantado. Pero también comentamos el proyecto de Murias, y él coincide en la necesidad de que un equipo como el nuestro esté presente en su carrera, principalmente en los Pirineos. Ahí tenemos una puerta abierta muy importante, porque contamos con una facilidad para acceder al Tour que otros no tienen.

¿Y la Vuelta? ¿Será un hecho la participación del equipo si se consuma en 2018 el ascenso de categoría?

-Nos han dicho que, si hacemos las cosas bien, tienen la idea de otorgarnos una de las invitaciones.

LAS CLAVES

“Si creamos una estructura de cantera vasca, uniéndonos con convenios a los distintos clubes, tenemos equipo para al menos 20 años más”

“Este no es solo un proyecto deportivo, es un proyecto de país; le hemos puesto el nombre de Euskadi porque eso es lo que queremos ser ”

“El salto a la categoría Continental Profesional en 2018 tiene que estar perfilado el próximo junio; si no es así, no tendrá sentido continuar”

“Lo más importante es que desde el Gobierno Vasco nos muestran su apoyo; existe una idea clara de que esto hay que hacerlo bien”

“Al trabajo de mis ciclistas en 2016 le pongo un sobresaliente; he recibido muchas felicitaciones por cómo se han comportado”



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