Visita Durango una delegación de la ciudad chilena de Chillán, fundada por el durangués Martín Ruiz de Gamboa
12/08/2006
Audito Gavilán, Juan José Ziarrusta y Julio San Martín en Durango (foto IbanGorriti-Deia)
PUBLICIDAD
Una delegación de la ciudad chilena de Chillán Viejo, encabezada por su alcalde, ha visitado la villa vasca de Durango, lugar de nacimiento de Martín Ruiz de Gamboa, fundador allá por 1580 de la ciudad de Chillán, en lo que hoy constituye la VIII Región chilena o Región del Bio-Bio. Los representantes sudamericanos fueron recibidos por el alcalde durangarra, a quien expresaron su decisión de denominar Durango a una calle de la ciudad chilena y propusieron incrementar los contactos entre ambas localidades.El alcalde de la ciudad chilena, Julio San Martín, y el concejal de su corporación Audito Gavilán fueron recibido por Juan José Ziarrusta, alcalde de Durango en el curso de la visita que ambos ediles chilenos realizaron al consistorio vizcaíno el pasado 4 de agosto al objeto de recabar datos sobre los orígenes de Martín Ruiz de Gamboa. Según fuentes chilenas que cita el diario Deia, «recuperar nuestra memoria histórica y difundir el origen de las familias fundadoras, sus primeras instituciones religiosas --mercedarias, jesuitas y de la orden de San Francisco-- es una tarea que el alcalde San Martín asume como un desafío y una tarea pendiente con la memoria histórica de nuestra comunidad».
Son varios los proyectos conjuntos que podrían iniciar ambas municipalidades, uno de ellos la ampliación de la mención y el espacio que la casa-museo chillaneja realiza en torno a Ruiz de Gamboa y Durango; otro, si bien en un estadio algo más verde, sería la llegada a Durango de un funcionario del ayuntamiento chileno para conocer el funcionamiento y técnicas de trabajo que se utilizan en el ayuntamiento vizcaino.
Una ciudad varias veces destruida y reconstruida
En su libro 'Chile y los Vascos' (2005), Joseba Etxarri explica que la ciudad de Chillán fue fundada en 1580 por el mariscal durangués Martín Ruiz de Gamboa bajo el nombre de San Bartolomé de Gamboa (que pasaría más tarde a ser San Bartolomé de Chillán, hasta quedar con los años en su denominación actual). Varias veces atacada y reconstruida, Chillán ha sufrido al igual que otras muchas localidades chilenas el embate de los elementos naturales en forma de terremotos e inundaciones. El más grave de los seísmos arrasaba en 1939 la ciudad, que cayó fulminada junto a otras poblaciones del Valle Central dejando tras de sí una estela de más de treinta y cinco mil víctimas.
Debido al efecto devastador de sucesivos movimientos sísmicos, Chillán ha modificado su emplazamiento en varias ocasiones. El terremoto de 1751 obligó al gobernador a ordenar su traslado, dando origen a la actual ciudad de Chillán Viejo. Tras el de 1835 se acordó erigir una nueva ciudad en una llanura inmediata, en terrenos pertenecientes en su mayoría al fundo Huadum del guipuzcoano Domingo Amunátegui y Aldecoa, y en menor medida al fundo Tejar de doña Isidora Olate, a quienes fueron adquiridos, continúa el periodista.
Con vascos a lo largo de toda su historia
A principios del siglo XX --continúa Etxarri-- la planta de la ciudad era un cuadrilátero de doce manzanas. La Avenida Collín constituía su nervio industrial. En ella se sucedían los molinos, las elaboraciones de cecina, barracas, maestranzas y las curtiembres, como la vasca Choribit, fundada en 1900, que era además fábrica de calzado , con una producción de 20.000 cueros vacunos y 30.000 de ovejas y cabras, así como de 320 pares diarios de calzado.
En esa misma calle ejercían su actividad empresas como la de Esteban Zubiaguirre, cuya fábrica de sombreros establecida en 1893 facturaba ya 16.000 docenas anuales; o la también fábrica de calzado Domingo Iriarte y Cía, con una producción entre 160 y 200 pares diarios. Otros establecimientos y comercios propiedad de vascos eran la tienda de mercadería y sastrería de los hermanos Araneta, con Wenceslao Uname y Angel y Manuel Araneta como socios, o el propio Hotel Francia de Pedro Heguy, en la calle Constitución.
Publicado apenas dos años antes del gran terremoto de 1939, el libro 'Vascos en América' menciona por su parte otros establecimientos chillanejos, como el almacén La Gloria, del lekeitiarra Conrado Fillol Goikoetxea, la fábrica de baldosas, construcciones y tubos de cemento del bilbaíno José Arévalo Otalora y el Hotel Palermo, propiedad del getariarra Pedro Lopetegui. También de la sombrerería Chillán, regida por los oñatiarras hermanos Olalde, que continúa aun hoy día su actividad en plena zona comercial chillaneja.