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Rosana Entizne: 'He viajado mucho a Euskal Herria, no sólo para vivir en euskera sino también el euskera' (III)

22/12/2010

En la Semana Vasca del año pasado, en Bahía Blanca, Rosana dirigió la tamborrada por las calles de la ciudad (foto EuskalKultura.com)
En la Semana Vasca del año pasado, en Bahía Blanca, Rosana dirigió la tamborrada por las calles de la ciudad (foto EuskalKultura.com)

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En la tercera entrevista de esta serie dedicada a quienes hace 20 años fueron pioneros en la euskaldunización y en el inicio y posterior asentamiento de clases de euskera en Argentina --y más tarde en otros países-- formando y preparando para ello a jóvenes locales interesados por aprender o recuperar la lengua de sus mayores, le llega el turno a Rosana Entizne. Esta activa bahiense lleva ya veinte años viviendo intensamente y desde dentro su compromiso por el euskera y la cultura vasca, pasión y sentimiento que sabe transmitir a su entorno, a sus alumnos y compañeros de actividades. También en su caso una nueva vida empezó hace 20 años, a partir de aquel primer barnetegi del 'Argentinan Euskaraz' en Macachín.

Buenos Aires, Argentina. Profesora de matemática, profesora de música, profesora de euskera. Rosana Entizne se desempeña en distintos ámbitos y en todos realiza una excelente labor. Comenzó en el año 90 a asistir a los barnetegis de Argentinan Euskaraz y fue una de las primeras alumnas en conseguir el título EGA. Hoy, a 20 años de aquel primer encuentro nos habla de todo ello.

-¿Desde qué euskal etxea asististe al primer barnetegi de realizado en Macachin?

Fui en representación de Unión Vasca de Bahía Blanca, de la que era miembro. En ese momento participaba del coro y del grupo de euskera.

-¿Cuál era la situación del euskera en la institución antes de que comenzaras el programa?

En ese momento enseñaba Lore Markiegi, que era euskaldunzaharra.

-¿Cómo fue que decidiste participar de la convocatoria?

Andoni Irazusta nos convocó a mí y a Marigen Mugica...

-¿Sabías algo de euskera antes de comenzar?

Muy poco. Tenía visto el primer video de 'Bai Horixe!'.

-¿Cómo eran aquellos barnetegis de tres meses a los que asististe como alumna?

No se pueden comparar con los de ahora, sobre todo el primero. Nosotros fuimos sin saber nada, y no me refiero al euskera sino al proyecto en sí. Pensábamos que era el primero y último encuentro. Sobre el final del barnetegi se presentó Josu Legarreta y creímos que a alguno del grupo se le daría la posibilidad de ir a Euskal Herria, y discutíamos sobre quién sería esa persona. En la última cena cantamos el tango 'Los mareados', por lo de “…hoy vas a entrar en mi pasado…”, pero al día siguiente supimos que ese barnetegi era recién el comienzo de lo que sería nuestra formación. En aquel primer barnetegi no teníamos descanso, queríamos saber todo, teníamos que aprender todo. Y las profesoras también querían enseñarnos todo, porque éramos sus alumnos y luego seríamos profesores. Trabajábamos oralidad, lectura, gramática, verbos, cómo hacer las programaciones de las clases y también pedagogía. Por otro lado, y como parte del mismo proceso, asistimos a la fiesta de San Sebastián en Necochea, hicimos una carroza muy elegante para los carnavales, hicimos una foto-novela, un diario, reportajes en euskera, afiches, un cuento con diapositivas dibujadas por nosotros… tantas cosas que no me acuerdo de todas ellas.

-Concluido el primer barnetegi de 1990 la mayoría de ustedes comenzó a dar clases en su centro vasco, ¿cómo fue esa experiencia?

Cuando finalizamos el primer barnetegi en Macachin teníamos casi todas las clases de primer nivel preparadas, por lo que a nosotros nos quedaba poco por decidir. Dábamos la ficha de cada día y así fuimos aprendiendo cómo era eso de dar clases en las euskal etxeas argentinas. De hecho, no se podían comparar con las que se daban en Euskal Herria. Nosotros teníamos la programación para cada día, pero a cada clase íbamos haciendo un relevamiento de lo que pensábamos sobre el material, cómo salían las actividades y así, para el año siguiente, las íbamos mejorando, más que por nuestro nivel de euskera, por la forma en que teníamos preparado el material. Hay que tener en cuenta que cuando terminamos el segundo barnetegi, el de invierno de 1990, contábamos sólo con el tercer nivel. También hay que destacar que algunos de nosotros nos preocupamos y trabajamos duro entre los dos barnetegis para mejorar nuestro nivel, sobre todo gracias a la ayuda de la irakasle Miren Josu Uriarte.

-¿Cuál ha sido posteriormente el recorrido que hiciste por el mundo del euskera?

El primer año asistí al barnetegi de Macachin y luego, el segundo y tercer año a Tandil. Luego, por medio de una beca nos llevaron a Euskal Herria y allí, en Lazkao, cursé los niveles siete y ocho. Al año siguiente, en 1994, fui por mi cuenta al barnetegi de Amorebieta y allí realicé los últimos niveles hasta aprobar el EGA en 1995. Hasta el 2000 viajé todos los años, siempre por mi cuenta, no sólo “para vivir en euskera” como suele decirse, sino también “para vivir el euskera”. Hice cursos y traje materiales, todo esto con la ayuda de Miren Josu Uriarte. Con respecto a mi trayectoria como profesora, he dado y sigo dando clases en mi euskal etxea, en 1991 todas las semanas viajaba a Macachin a dar clases, en 1992 y 1993 a Santa Rosa (La Pampa) y entre el 2006 y el 2009 a Coronel Dorrego. Entre 1991 y 1994 los profesores nos reuníamos una vez por mes para comentar las dificultades y mejorar nuestro euskera. Fui una de las organizadoras de esos encuentros. En 1995 colaboré en el barnetegi de Macachin y a San Nicolás y Paraná asistí como profesora. Con Teresa de Zavaleta y Valeria Aramburu, ambas compañeras desde aquel primer curso del 90, preparamos un material dirigido a los dantzaris sobre euskera y cultura vasca. El librito se llamaba "Dakizuna dakizula". En 1994 participé del Primer Congreso de Plurilingüismo y en la actualidad soy asimismo la responsable del Lectorado sobre “Euskera y Cultura Vasca” de la Universidad Nacional del Sur.

-Un currículo impresionante. Y realizas además otras actividad en tu euskal etxea...

Como me parece imposible separar el euskera de la cultura vasca, cada tanto doy una charla sobre algún tema de cultura. Con la ayuda del profesor de teatro del centro vasco hacemos cine y teatro en euskera. Además, me encargo de la tamborrada.

-¿Dónde y cómo aprendiste a dirigir la tamborrada?

No recuerdo en qué año organizaron una gran tamborrada en Mar del Plata. Desde allí, además de invitarnos nos enviaron un video para aprender. La gente se entusiasmó y quiso participar y como yo estudié música me pidieron si los ayudaba. Revisé partituras, miré el video con mucha atención y así comencé a dirigir. No tenemos fechas fijas para tocar, les enseñamos a los dantzaris y como mínimo la hacemos una o dos veces al año. Los ensayos se programan en función de la fecha en la que tenemos que tocar y las posibilidades de la gente. No tenemos un grupo fijo, la idea es que participe la mayor cantidad de gente posible. Y no tocamos siempre la tamborrada normal de Donostia, tratamos de animarnos con otras también. En el 60 aniversario del centro Beti Aurrera, por ejemplo, tocamos la de Hungría, con cucharas.



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