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"Twist puede entenderse con facilidad; el tema de los desaparecidos no resulta extraño a ningún argentino"

07/10/2013

Harkaitz Cano en la Biblioteca del Congreso, en Buenos Aires (fotoEuskalKultura.com)
Harkaitz Cano en la Biblioteca del Congreso, en Buenos Aires (fotoEuskalKultura.com)

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Durante su breve estadía en el cono sur, Harkaitz Cano participó en una serie de actividades organizadas por FILBA en Argentina y Chile. El viaje, que contó con el apoyo del Instituto Etxepare, constituyó una buena oportunidad para que el escritor euskaldun presentara su novela Twist, traducida recientemente al castellano y disponible ya en las librerías del país. A pocas horas de aterrizar en la capital porteña, Cano también estuvo presente en la clausura de las Jornadas de Cultura Vasca realizadas en la Biblioteca del Congreso de la Nación. Allí conversó con EuskalKultura.com, en una entrevista en la que habló sobre sus primeras impresiones de la ciudad, sobre literatura vasca y argentina y sobre Twist.

Sabrina Otegui/Buenos Aires. Invitado por la Fundación FILBA, el escritor vasco Harkaitz Cano participó a fines de septiembre e inicios de octubre en diversos eventos relacionados con literatura y lenguas tanto en Buenos Aires como en Santiago de Chile. En este contexto, presentó asimismo su última novela, publicada en castellano por la editorial Seix Barral.

Recordemos que la versión original de Twist, en euskera, salió a la luz en 2011 y que está basada en un hecho real, concretamente en el caso de los jóvenes tolosarras Joxean Lasa y Joxi Zabala, secuestrados, torturados y desaparecidos por el GAL en el año 1983. La novela ganó el Premio Euskadi de Literatura 2012.

-Acabás de llegar al país, ¿qué impresión te ha dado hasta ahora Buenos Aires y qué esperás de este viaje?

-Es una ciudad muy ecléctica, muy caótica; pero a mí el caos me gusta, así que estoy bien. Viajar te permite encontrar otros puntos de vista sobre tu trabajo. Cuando traducen un texto tuyo a otra lengua o cuando tú mismo viajas a otro país, es como si entraras a una galería de espejos deformantes. Esa nueva imagen que ves te da mucho que pensar y la imagen que tenías antes comienza a cambiar. Para mí de eso tratan los viajes y las traducciones.

-Mencionás las traducciones y uno de los objetivos del viaje es, justamente, presentar la versión de Twist en castellano. Si bien la novela está traducida, ¿pensás que el conflicto vasco puede traducirse?

-Sí. Yo creo que muchas claves de Twist se comprenden con facilidad desde el comienzo. Estamos hablando de desaparecidos y eso no es un tema desconocido ni para los argentinos o ni para los chilenos… todo lo contrario. Tomando eso como punto de partida, se puede entender sin problema. Luego, claro, muchas cosas son distintas, la coyuntura, el contexto, las razones son distintas, pero hay algo en común que ayuda a entender la historia. A veces uno cree que es un tema que no se va a entender, pero luego cuando viajas te das cuenta de que esa creencia está más en nuestra cabeza que en la de los otros. Además, es literatura, nuestro lenguaje en común es la literatura, no estamos hablando de política, es una novela, y aunque algunas claves puedan escaparse, el libro se disfruta igual.

-Teniendo en cuenta lo anterior, ¿cómo invitarías a alguien que no conoce la situación actual de Euskal Herria a leer Twist?

-Ahí donde hay dolor hay una oportunidad. Y en la década de los ochenta sucedieron muchas cosas dolorosas. La literatura puede tener ese poder catártico y el libro está escrito con esa voluntad. Pero insisto en subrayar que no es un libro de crónicas ni un texto político. Es una novela; y si bien está enraizada en la realidad, también tiene otras cuestiones que son preocupaciones mías actuales, como la decadencia del periodismo y los medios de comunicación, o la decadencia de modelos de otras épocas. Y también está el tema de la construcción de la personalidad. Ese es otro punto que se cuestiona en el libro, hasta qué punto somos libres y es verdadero nuestro ‘libre albedrío’ y hasta qué punto somos esclavos de las expectativas de los otros.

-Los personajes de Twist hacen referencia en más de una oportunidad a las dictaduras latinoamericanas. ¿Era una preocupación de la época o es una reflexión que se instala desde el presente?

-No, yo creo que era una preocupación de la época; hay que tener que cuenta que en la década de los ochenta el Internacionalismo estaba muy instalado. Ahora quizás se ha atenuado un poco, pero a principios de los 80 la guerrilla de El Salvador, Nicaragua… estaban muy presente también en el discurso de Euskal Herria. Se miraba a ver qué pasaba en esos lugares… Quizás sí, al tomar esas realidades como espejos, en el momento, algunas cosas sacadas de contexto generaron malentendidos y eso también es algo que se menciona en la novela.

-El primer capítulo lleva el título ‘Cambalache 1983', un nombre muy significativo para los argentinos. ¿Por qué esa elección?

-Sobre el primer capítulo de la novela siempre digo que es como la mancha que el pintor hace sobre un lienzo, una mancha oscura. En un comienzo el pintor no sabe qué es pero luego, poco a poco, de esa mancha, de esa oscuridad, va saliendo algo figurativo. Eso es el primer capítulo de Twist: el final del siglo veinte, aquellos sucesos tan penosos… buscar una grieta para comprender lo que no se comprende. La literatura también es eso.

Paralelamente me viene a la cabeza esa letra y esa canción que me gustan tanto, ‘Siglo veinte Cambalache’. Es impresionante. Entre los autores o entre la gente de mi generación muchas veces hablamos sobre el siglo veinte. Nosotros nacimos en el siglo veinte y de alguna manera seguimos allí. Nuestros recuerdos están allí y sí, podemos usar Twitter, pero hay algo dentro nuestro que se ha quedado en el siglo veinte. Por eso ‘Siglo Veinte Cambalache’ me pareció lo más apropiado para contar ese primer pasaje.

-No es el único de tus textos en donde se mencionan el tango y la literatura argentina. Por ejemplo, en Argentinar lotsatia (Un argentino vergonzoso) uno de los personajes es Julio Cortázar. ¿Cómo llegaste a la literatura argentina?

-Creo que como la mayoría, conocí la literatura argentina en la adolescencia de la mano de Cortázar. A diferencia de Borges, Cortázar está muy bien para un adolescente, a Borges en cambio se llega un poco más tarde; con quince años Borges se te hace más distante. Con Cortázar eso no pasa. Cortázar tiene esa cosa irreverente, sus juegos, su forma de jugar con los errores de ortografía, dar instrucciones para subir escaleras… eso para un adolescente es una linda forma de acercarse a la literatura. En el colegio tuve una profesora a la que le gustaba especialmente Cortázar y gracias a ella me acerqué a él y a la literatura. Y claro, luego seguí leyendo autores argentinos. Por ejemplo, el libro de cuentos que más me gustó en los últimos años es Pájaros en la boca, de Samanta Schweblin.

-Algunas personas dicen que la literatura vasca no tiene tradición o que no existen libros o autores que funcionen como referentes, ¿compartís esa afirmación?

-Del euskera siembre se dice que es una lengua muy antigua, y así es. Pero a mí me parece interesante decir ‘antigua pero con una literatura joven’. Eso quiere decir que muchos de los libros más interesantes se han escrito en los últimos cincuenta años. Cuando otras literaturas ya tenían una tradición escrita, nosotros teníamos una importante tradición oral. Entonces nuestros escritores clásicos son ‘clásicos jóvenes’, la mayoría de nuestros clásicos están vivos, Saizarbitoria, Atxaga… Es algo paradójico que no tiene por qué ser malo. El no tener tradición es un problema y, a la vez, una oportunidad. Por ejemplo, cuando comencé a escribir Belauna Jazz, había muy pero muy pocas hojas escritas en euskera sobre jazz. Ahí sientes la falta de referentes. Entonces, no te queda otra que acudir a otras fuentes, a Cortázar, a El Perseguidor… es todo un trabajo pero también una posibilidad. Es como pisar la nieve que nadie más pisó, vas haciendo tú la huella; de la misma manera nosotros debemos crear nuestra tradición, nuestras fuentes. Y eso para un autor es muy atractivo. Cuando tienes que crear tu propia tradición te conviertes en tu propio aitona. Eso es agotador pero también una gran oportunidad.

-En los últimos años has tenido la posibilidad de viajar y conocer la diáspora vasca en distintos lugares del mundo, ¿qué opinión tenés sobre este movimiento?

-Creo que en la Diáspora de América del Sur, sobre todo en las generaciones anteriores, hay una especie de congelamiento en el tiempo. Hay algunos referentes que no son actuales, que hoy ya no existen en Euskal Herria y seguramente son fruto de la idealización. Y eso a veces produce una suerte de choque. Pero tengo la sensación de que eso está cambiando con las nuevas generaciones. Ahora es más fácil y barato viajar, e incluso con la tecnología no es necesario viajar para conocer un lugar; creo que de esta manera se podrá lograr una diáspora más unida a Euskal Herria, a la verdadera Euskal Herria, y en eso estamos trabajando muchos artistas, músicos, cantantes, escritores…



Comentarios

  • LaZa-ZaBaLa=Al lado de la positiva Estrella

    Han desaparecito tantos... por mantener la verdad anterior del viejo positivismo BaAzKoOn-NaBaAr. Esto es la consecuencia de la consecuencia, algo permanente de los nuevos intereses chupopteriles, donde la legua siguiente, en constante movimiento, siempre ha sido la herramienta, para tapar lo que era superior anteriormente; sobre todo en las formas sociales; de ahí la muerte de estos compas y otros muchos en la misma olvidada historia, (incluyendo nuestra idiosincrasia ligüística, donde cada sílaba, nos contaba de cada cosa, por ello en una palabra, teniamos toda una hermosa OrRaZiOn-OrRaTio)cuando hasta el siguiente clero,(incluido su LaTiIn, al lado pegado y a sus pies, era más de lo mismo), y ahora niega el valor del materialismo histórico, haciendo la correspondiente "doma", con el consiguiente "opio del Pueblo". Asi LaZa y ZaBaLa, antes que ancho, nos contaban como ArIzaLa y ZaBaAl, (al, poder), el lugar-sitio que ocupaban, con respecto a la Estructura global de vivencias compartidas, en otras creencias muy superiores socialmente, del corazón y tronco de la fecunda Madre naturaLeZa, de la gran peña estrella AzAnZa, de la dioZA que todo lo decía y, desde donde todo partía...Gloria a nuestros héroes muertos, por defender toda la verdad, de nuestro positivismo comun BaAzKoOn-NaBaAr...

    Ambos la misma AmaOna-dioZa, 09/10/2013 09:56

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