Trelew, Argentina. Por cuarto año consecutivo, Haraneko Euskal Etxea (Centro Vasco del Noreste del Chubut) transformó su sede en un escenario mágico para celebrar una nueva edición de la Gau Beltza, "la tradición ancestral que marcaba el fin de la cosecha, daba la bienvenida al invierno, y con la que honraban a los antepasados". La velada se llevó a cabo la noche del sábado 8 de noviembre, con un éxito rotundo, congregando de hecho a cerca de 150 participantes en una propuesta que combinó ritual y arte escénico.
El evento comenzó con un taller práctico de amuletos protectores. Gonzalo Quispe, socio de la euskal etxea, guió a los asistentes en la creación de su propio ‘kutun’, un talismán vasco. Desplegó sobre la mesa elementos de fuerte simbolismo, como plantas medicinales, sal, piedras, eguzkilores y lauburus, y explicó el poder mágico, o la fuerza de cada uno de ellos. Ese momento fue la antesala de la propuesta central de la noche, 'Sorginak, hijas del fuego', una obra de teatro ritual, dirigida por Natalia Lavena.
Gonzalo Quispe, a cargo del Taller de amuletos protectores de la Gau Beltza patagónica
'Sorginak, hijas del fuego', dirigida por Natalia Lavena, en el exterior de Haraneko Euskal Etxea
La puesta en escena recreó un akelarre, al aire libre, con una escenografía protagonizada por el fuego, las luces y las sombras, un cuidado vestuario, con música y canciones en vivo, y con activa presencia del euskera. Veinte actrices, estudiantes de la carrera de teatro del Instituto Superior de Formación Docente N°805 de Trelew, dieron vida a un grupo de sorginak que invocaron a la naturaleza y a sus 'ancestras'.
Dantzaris de Haraneko Euskal Etxea de Trelew, junto a Natalia Suárez Caminoa
El final de la obra estuvo a cargo del grupo de ocho dantzaris infantiles de la euskal etxea, quienes, bajo la dirección de Natalia Suárez Caminoa, bailaron la coreografía de "Erre zenituzten" de Xabi Solano. Preguntada sobre la respuesta del público, Milagros Ibarbia, lehendakari de Haraneko Euskal Etxea, expresó con gran alegría y satisfacción que “¡Fue algo increíble!" "Gau Beltza se está convirtiendo en el evento más convocante de nuestra casa vasca”, señaló a EuskalKultura.eus.

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