El 'Bilbao Effect', una reconversión urbana tomada como ejemplo por ciudades de todo el mundo
28/12/2004
Una imagen nocturna del Museo Guggenheim de Bilbao
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Diversas ciudades en el mundo intentan emular el éxito de la reconversión urbana que la capital vasca ha logrado con la construcción del Museo Guggenheim y la transformación de la ría del Nervión. El diario norteamericano The Denver Post se hace eco en su número del domingo pasado del 'Efecto Bilbao', el término de moda en los ambientes museísticos y de planificación urbana, un efecto que esperan repertir en la ciudad estadounidense. El 'Efecto Bilbao' se ha convertido en el referente soñado por ciudades de todo el mundo que buscan, al igual que la capital vizcaína, un renacer urbano catapultado por el impacto mediático de una gran obra de arquitectura. En un artículo publicado en el Denver Post, el crítico de arte Kyle MacMillan afirma que hace unos años 'la ciudad de Bilbao era prácticamente desconocida a nivel mundial', 'una ciudad industrial de 350.000 habitantes que se desvanecía' debido a la decadencia de su industria más emblemática.
Fue entonces, prosigue MacMillan 'cuando las autoridades de la ciudad decidieron llevar a cabo una arriesgada apuesta: impulsar la economía y el renacimiento de la ciudad asociándose con el museo Guggenheim de Nueva York para crear una sucursal en Bilbao'.
La apuesta tuvo el efecto deseado, ya que el edificio del museo, diseñado por el arquitecto norteamericano Frank Gehry, con su 'diseño radical, su exterior cubierto por titanio y sus formas ondulantes' se convirtió rápidamente en 'uno de los edificios más influyentes de la arquitectura mundial. En menos de un año, el museo había recibido más de 1.3 millones de visitantes y una cobertura mediática apabullante. Bilbao pasó de ser una desconocida a convertirse en una ciudad de la que todo el mundo había oido hablar'.
El director del Denver Art Museum, Lewis Sharp, estaba presente en la inauguracíón del Guggenheim Bilbao en 1997, e inmediatamente comprendió las posibilidades de un proyecto de estas características. En los dos años siguientes logró convencer a las autoridades locales de Denver de la necesidad de una nueva estructura museística y reunir una financiación de 62.5 millones para esta actuación cultural e urbanística. En la actualidad, Denver vive el comienzo de su propio 'Bilbao Effect'.