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Donostia-San Sebastián. Sin amilanarse ante el frío invierno de EEUU esatas últimas semanas algunas euskal etxea de este país han celebrado sus Fiestas Vascas anuales, como es el caso de los centros vascos de Mountain Home y Caldwell. Desde Boise, Idaho, las profesoras de euskera Maria Fernandez, Izaskun Kortazar e Itxaso Cayero nos han hecho llegar una crónica de su visita a Mountain Home, donde participaron en la Annual Basque Dinner de la entidad.

Las tres irakasles enseñaron a los asistentes las letras de varias canciones tradicionales vascas y tradujeron su significado para quienes no hablan euskera. Según cuentan, la fiesta fue todo un éxito y más de un aitxitxe y amuma terminó emocionándose al recordad "los buenos tiempos".

46 años de solidaridad en Caldwell

En Caldwell, también en el estado de Idaho, la asociación Euzkaldunak Caldwell Basque Charities celebró la 46ª edición del Annual Caldwell Basque Charity Dinner Auction and Dancem en el O'Connor Field House, con un gran éxito de asistencia y recaudación. "Caldwell Euzkaldunak es un grupo de 25 personas que dona su tiempo y su esfuerzo para ayudar a la comunidad", explica a EuskalKultura.com Gina Bicandi Dowen, miembro de sgunda generación del centro. "Cada año usamos nuestra animada cultura para recaudar fondos organizando una cena, subastas y un sorteo".

Este año participaron en la cena 525 personas, que disfrutaron de un menu de solomo y bacalao con pimientos, arroz, ensalada, y puddin de arroz, elaborada por el restaurante vasco Epi, de Meridien, Idaho. La fiesta contó con la actuación del grupo musical Txantxangorriak de Boise, los dantzaris Herribatza Dantzariak (grupo infantil) y los reconocidos Oinkari Dancers de Boise. 

La fiesta incluyó competiciones de herri kirolak. En la categoría de txingas la lucha fue muy dura entre el departamento de policía de Caldwell y los bomberos de Boise, pero al final se impusieron los boisetarras, campeones también el año pasado, según explica Gina Bicandi. También hubo competiciones de sokatira, en la que participaron los niños y niñas de las escuelas locales. "Los txikis tiraron con todas sus fuerzas y se lo pasaron en grande. El público se implicó mucho y les animaba con gritos y aplausos", cuenta.

25.000 dólares recaudados

La fiesta recauda anualmente unos 25.000 dólares, que se destinan a ayudar a grupos locales y familias que pasan por momentos de necesidad. "En nuestros 46 años de historia hemos distribuido cerca de 2 millones de dólares en la comunidad. Nuestro objetivo es marcar la diferencia a largo plazo y ayudar a quienes han sufrido un accidente, una enfermadad, o no pueden recibir ayudar tradicional", cuenta Gina.

"Recibimos cartas de ayuda y un comité se encarga de seleccionar el modo en el que podemos contribuir. La mayor parte de nuestra ayuda no se anuncia en los medios, somos muy discretos. No publicamos los nombres de aquellos a los que ayudamos, a no ser que ellos lo hagan público al agradecernoslo. Es un honor para nosotros poder marcar la diferencia ayudando a alguien", concluye.