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La ‘embajadora’ del arte contemporáneo de Angola es vasca, Janire Bilbao (Diario de Avisos-en)

2017/04/30

Quién nos iba a decir a los integrantes de la expedición del Vis a Vis de Casa África, que habíamos viajado a finales de marzo a Luanda, la capital de la Angola revolucionaria, en el extremo sur de África, para elegir grupos musicales emergentes para los conciertos de world music del verano en España, que íbamos a encontrarnos con aquella sorpresa inesperada y de inusitado interés.

Lotura: Diario de Avisos

Martín Rivero / Santa Cruz de Tenerife. Una aparición en toda regla. Uno de los componentes de la comitiva casafricana, Unai Fresnedo, sugirió la posibilidad de que, si no teníamos inconveniente, saludáramos a una amiga suya de Bilbao, residente en el país, mientras reponíamos fuerzas en el relajante espacio de Café del Mar en la paradisíaca Ilha do Cabo [la turística isla del Cabo].

En pocos minutos allí estaba, como un torbellino, Janire Bilbao, vasca, que se hizo en un santiamén con la escena para espetarnos, sin tregua, que Angola es una caja de sorpresas, a veces peligrosas, pero de la que es difícil escapar porque “es como una droga”. Y disparó como una metralleta mensajes de telegrama que cautivaron rápidamente la atención colectiva. “Aquí puede pasar de todo, pasear es un lujo, la gente tiene fácil acceso a las armas, han matado a un amigo español cuando intentaban robar su coche, una amiga portuguesa fue secuestrada y asesinada por un trabajador suyo, mis padres me dicen continuamente si estoy loca y por qué no vuelvo a España”, señala Janire como si sintiera necesidad de pregonarlo a los cuatro vientos.

“No me lo puedo explicar, pero me he quedado, a pesar de todo; Angola es un país increíble, con paisajes y aventuras que Europa ya no te ofrece. Pienso que nunca sabes a dónde te lleva el destino y la verdad es que amo Angola, me ha dado mucho y he aprendido a quererla y respetarla. Hay que tener cuidado, porque el país acumula un alto riesgo debido a la desigualdad y el fácil acceso a las armas de una población que estuvo en guerra hasta hace poco más de una década. Los primeros días, meses, aquí, fueron complicados, pero acabé acostumbrándome y aprendí a extraer lo mejor de la situación. Es un país genial, con muchas posibilidades en lo personal y profesional. Está en nuestras manos conseguir obtener lo mejor de esta experiencia irrepetible”. Así resume su vivencia íntima en Angola esta bilbaína criada, en sus años de adolescencia, en una casa de campo en la cordillera de Artxanda, una de las dos cadenas montañosas que delimitan la capital de Vizcaya.

FRENO AL ÉXODO ARTÍSTICO

Aunque parezca increíble, Janire Bilbao en tan solo seis años se ha convertido en uno de los principales motores de expansión del arte contemporáneo angoleño, en una especie de embajadora de los artistas plásticos emergentes de un país en construcción, al que llegó la paz hace escasamente 15 años después de cuatro décadas de guerra de descolonización y contienda civil. No ha sido coser y cantar porque el Gobierno, enfrascado en atender lo imprescindible de una población que no tiene cubiertas sus necesidades básicas, es en los últimos tres años cuando ha empezado a tomar conciencia de que, además de las políticas de incentivo a las tradiciones artesanales, hay que ocuparse también del patrimonio artístico actual para evitar el éxodo a Portugal o Nueva York de los creadores de las últimas generaciones.

Precisamente, Janire está muy contenta estos días porque su galería Mov’Art. Arte en Movimiento (www.movart.co.ao), inaugurada a principios de año. en un flamante núcleo comercial en la moderna Baía de Luanda, ha sido seleccionada para participar, la próxima semana, en Nueva York, del 5 al 7 de mayo, en la tercera edición de la 1:54 Contemporary African Art Fair, una prestigiosa cita con los nuevos valores del arte africano. Es la primera vez que la organización invita a un agente de arte de Angola junto a otras siete representaciones de Sudáfrica (tres), Kenya, Costa de Marfil, Ghana y Marruecos. Mov’Art asiste con la serie A cidade da insômia, de Ihosvanny, uno de los artistas más consagrados de las nuevas generaciones angoleñas, que será comisariada por un coetáneo y paisano suyo, el creador multidisciplinario Kiluanji Kia Henda.

Janire Bilbao se convirtió en mecenas de las promesas de las artes plásticas angoleñas sin proponérselo. Llegó a su actividad profesional actual como asegura ella misma que lo hace todo, o sea, “un paso tras otro”. Todo empezó con la carrera de Derecho en Bilbao y una experiencia laboral de dos años en una importante correduría de seguros en España. Llegó la crisis económica de la burbuja inmobiliaria y los malos augurios que procedían de Estados Unidos sobre el inminente desplome del sistema financiero fue lo que, afirma, la decidió a estudiar Comercio Internacional con una beca del Gobierno vasco que le permitió vivir la experiencia de un año en la Embajada de España en Estocolmo y otro año como empleada de una potente consultora internacional de ingeniería y arquitectura. Un día de 2011 le echó valor y cogió un avión para Angola para incorporarse, como free lance, en QCPTV, una importante productora de comunicación y TV para la que negoció varias campañas de publicidad de influyentes cabeceras como The Economist o Financial Times.

CARENCIA DE ESPACIOS PARA EXPONER

Angola vivía en aquel momento, nueve años después de la pacificación del país, un gran auge económico sustentado por su industria petrolífera y el negocio de los diamantes. Era muy fácil cambiar de trabajo y eso hizo. Fichó en otra importante productora con la que realizó proyectos publicitarios, en colaboración con artistas plásticos, como el denominado Palanca Parade, inspirado en la palanca negra gigante, un antílope endémico de Angola, considerado un icono nacional, en vías de extinción. “En esa época asesoraba, con una colega, para el montaje de exposiciones, y me percaté de que había escasez de espacios para que los artistas locales dieran a conocer sus trabajos”, declara.

Habían hecho mucho ruido con el arte en la ciudad y hasta el presidente José Eduardo dos Santos se hizo una foto con ella. Había llegado la hora, en 2014, de poner en marcha su primera iniciativa propia, Pop Up Gallery, un concepto novedoso de instalar, en diferentes espacios simbólicos de Luanda, 16 exposiciones de artistas contemporáneos angoleños y de otras nacionalidades africanas, que sirvieran para superar los viejos clichés y contribuyeran a descubrir un nuevo rostro de la cultura del continente, que es muy poco conocida en el resto del mundo.

A partir de enero pasado la apuesta de Janire Bilbao adquirió una dimensión superior al inaugurar una galería propia, Mov’Art, en un espacio comercial pionero, en el lugar más selecto y refinado de la capital, la Baía de Luanda. El personal y equipo directivo son mujeres, entre las que figuran ella misma como directora; una angoleña, Delfina Capamba, como socia honorífica, y una americana, Lauren Pereira, responsable de la gestión de operaciones.

“Después de tres años de intenso trabajo, somos optimistas. Las cosas están mejorando. El reconocimiento de las instituciones a nuestra labor va en aumento y nos hemos ganado la confianza de los artistas”, declara. En cuanto a la clientela potencial de las obras de arte que apoya, cree que, aunque “nuestra actividad se nutre de una incipiente clase media petrolera y de la clase alta, ahora tenemos la oportunidad de que el público, en general, visite nuestra sala y aprecie el arte de su país”.

Está muy ilusionada con el futuro del arte contemporáneo en Angola, sector que considera emergente y que ahora crece en un “entorno favorable, con muchas posibilidades de futuro”. “Han nacido otros proyectos similares al nuestro y ya hay más espacios para exponer”, matiza. Angola no solo descubrió a Janire Bilbao que en el arte estaba su futuro profesional, sino además le dio la oportunidad de conocer a la persona con la que comparte su proyecto familiar, su pareja, un francés que se dedicaba también a la publicidad y que ahora dirige una compañía de aviación privada. “Esa es la otra razón por la que permanezco en Angola, aquí descubrí el amor de mi vida”, concluye.

MOV’ART PRESENTA ESTOS DÍAS EN NUEVA YORK EL TALENTO DE IHOSVANNY

Ángel Ihosvanny (1975) es un artista angoleño autodidacta y miembro del Movimiento Nacionalista de Angola, uno de los niños que padecieron las secuelas de la guerra en un país en el que llegó la paz hace tan solo 15 años. Se inició profesionalmente en Cuba, donde vivió varios años y expuso por primera vez.
Su trabajo se inspira en símbolos y escenas cotidianas vinculadas al urbanismo, las infraestructuras, la contaminación visual y sonora, el consumismo, la comunicación y las relaciones interpersonales.

El artista elegido para representar a Mov’Art en Nueva York, en la feria de Arte Africano Contemporáneo 1:54, con su serie A cidade da insômia, ha realizado más de una docena de exposiciones individuales y colectivas en países como Angola, Brasil, Cuba, Francia, Italia, Portugal, España, Uganda y Estados Unidos. En la actualidad distribuye su trabajo y su tiempo entre Luanda y Barcelona.

Según su compatriota Kiluanji Kia Henda, artista coetáneo suyo y comisario de la muestra que se podrá contemplar la próxima semana, de 5 al 7 de mayo, Ihosvanny, en horas de insomnio, “en un proceso de trabajo solitario y extremadamente íntimo”, rescata lugares abandonados de un doloroso anonimato y trabaja “sobre varios detalles de la ciudad con el fin de construir la suya propia”.

Kia Henda indica que Ihosvanny elabora su obra con “una narrativa de búsqueda incesante de la especie humana en su relación con el espacio urbano”. “Su pintura redefine la vida en las calles de Luanda y nos recuerda que en las cosas simples está la belleza, devolviendo así a la ciudad una delicadeza perdida”, añade el comisario de la muestra neoyorquina.



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