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Beijing, China. 'El programa Goazen Txinara-Vámonos a China 2011! ofrece a dos artistas vascos la posibilidad de realizar una estancia artística en Beijing durante los meses de agosto y septiembre de este año. El hondarribiarra Judas Arrieta, motor de este proyecto, desea lograr así que otros artistas experimenten el choque cultural que vivió él al llegar al país. "Vine por primera vez en 2005, pero no de turismo, sino por trabajo. A través de internet había contactado con algunos artistas y residencias, y, después de ver mi trabajo, quisieron conocerme. En aquella época vendí uno de mis cuadros y con ese dinero me vine a China", rememora Arrieta. "No sabía con qué me encontraría... pero al llegar, en seguida me dí cuenta de que aquí estaba pasando algo, no sólo en el tema del arte".

Como en Bejing no encontraba otros artistas vascos, Arrieta decidió impulsar el programa de residencias, a través de su estudio Manga Art, y con la ayuda del Gobierno Vasco. Su objetivo era que otros artistas también vivieran la experiencia china. "La de este año es la tercera edición y la convocatoria es totalmente abierta. Nos interesan los proyectos que presentan los artistas, es a lo que damos prioridad", explica.

Varios artistas, diversos ámbitos

El año pasado el programa invitó a China a Juan Aizpitarte, Isabel Herguera y a Aitor Lanjarin. En 2009 los seleccionados fueron Taxio Ardanaz, Lorea Alfaro, Carlos Irijalba y Jasone Miranda. "Y entre 2008 y 2010  han pasado otros artistas por Manga Art Studio, también con otros programas: Fundación Rodríguez, Laurita Siles, Edurne Gonzalez Ibañez, Miriam Isasi, Unai Requejo... También hemos tenido artista que no eran euskaldunes, como Riiko Sakkinen, Juan Burgos, Carlos T. Mori...", enumera Arrieta.

[Cartel de la exposición que realizaron en Beijing en agosto pasado dos artistas del programa (foto J.Arrieta)]

[Artistas vascos y chinos colaborando en Beijing; el segundo por la izquierda es Judas Arrieta (foto J.Arrieta)]

Los artistas seleccionados han realizado diferentes proyectos, en ámbitos como las fotografia, la escultura, las instalaciones, la pintura, las intervenciones artísticas... Los frutos de su estancia pueden verse en la exposición colectiva que organiza cada año Manga Art, y la interacción con los artistas chinos enriquece tanto la mirada de los artistas vascos como su red de contactos profesionales. "Lo más interesante es la experiencia que suelen tener los artistas: desde el primer día se dan cuenta de que la China que conocemos a través de los medios de comunicación y la China real son muy distintas", concluye Judas.

-Más información sobre el programa 'Goazen Txinara - Vámonos a China 2011!', aquí