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El último viaje del 'Guernica'; ¿Será posible el traslado temporal del cuadro en el 70 aniversario del bombardeo?

03/05/2006

El 'Guernica' de Picasso
El 'Guernica' de Picasso

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Desde el País Vasco se ha vuelto a solicitar el traslado, esta vez con ocasión de conmemorarse el próximo año el 70 aniversario del Bombardeo de Gernika. El Gobierno Vasco formalizaba recientemente la petición del traslado temporal, que cuenta en el Guggenheim Bilbao con un museo adecuado para su exhibición. No falta quien afirma que esta vez se reúnen mejores condiciones que nunca para que esta constante demanda vasca de poder contemplar el Guernica en la tierra que lo inspiró pueda ser finalmente atendida. Este artículo, publicado originalmente por Diario de Noticias, realiza un repaso sobre la historia del cuadro, sus traslados y las posibilidades que ofrece el momento actual para que se cumpla el reiterado anhelo vasco.
El 26 de abril de 1937 a las cinco menos veinte de la tarde docenas de aviones alemanes de la Legión Cóndor bombardearon Gernika durante tres horas y media, causando centenares de muertos. En el estudio del número 7 de la rue des Grands-Augustins, Pablo Picasso supo del ataque a través de las páginas del periódico francés L'Humanite . El pintor malagueño había recibido un encargo del director general de Bellas Artes del Gobierno republicano, Joseph Renau (le pagaron 15.000 francos), para pintar un cuadro destinado a la Exposición Internacional de Artes y Técnicas de París en 1937, pero no encontraba inspiración. El horror --el primer ataque indiscriminado contra una población civil en la historia-- fue su estímulo creativo: Picasso ideó un lienzo gigantesco (3,45 por 7,78 metros), desmesurado y profundamente conmovedor, que se convirtió en el icono antibelicista más apreciado del siglo XX.

El Guernica es ahora objeto de otra contienda, que se renueva en cada aniversario. Desde que en 1981 se trasladara desde el MoMA de Nueva York no se ha movido de Madrid, pese a las múltiples peticiones de préstamo. No acudió a la exposición en recuerdo del bombardeo de Hiroshima y Nagasaki, ni a la gran antológica del Pompidou de París, pese a la mediación del propio Miterrand para tratar de obtener su préstamo. Entre todas las solicitudes, la del Gobierno Vasco ha sido la más constante y la más incansable en el tiempo.

Obra que viajó a Noruega, Suecia, Sao Paulo, Milán, Berlín...

La estancia en el Casón del Buen Retiro y desde 1992 en el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (MNCARS) ha supuesto el primer cuarto de siglo tranquilo para una obra que ha sufrido un exagerado peregrinaje. Un tour por Noruega, Dinamarca y Suecia inauguró un largo itinerario que incluyó Londres, Los Ángeles, San Francisco, Chicago, Ohio Massachusetts, Milán, Sao Paulo o Berlín.

Además de las sucesivas mudanzas, en el MoMA, que lo custodió cuatro décadas, padeció dos procesos de restauración (1957 y 1964). En el primero se le inyectó una gruesa capa de cera y resina, lo que obligó a que, cada vez que hubo que mover el cuadro, se tuviera que calentar la cera para enrollarlo y desenrrollarlo. El historiador holandés Gijs Van Hensbergen cita en Guernica, la historia de un icono del siglo XX (Lumen, 2005) que la restauración que el MoMA practicó en 1957 se consideraba entonces la mejor pero se ha revelado como un método perjudicial para su conservación. La tela se ha quitado de su bastidor (el armazón de madera o metal en el que se fija el lienzo) cuarenta veces. Como remate, en 1974 sufrió un atentado a manos de un graffitero que lo roció con un spray rojo.

Años noventa: Informe y contrainforme

Aunque las primeras reivindicaciones nacen desde que el Guernica aterriza en España --Xabier Arzalluz se quejó amargamente a principios de los ochenta: 'Para nosotros las bombas y para ellos el arte'-- el primer intento serio de préstamo se produjo hace diez años, cuando estaba a punto de cumplirse el 60º aniversario del bombardeo y en coincidencia con la apertura del Guggenheim, el museo bilbaíno pidió el Guernica para su exposición inaugural. El Reina Sofía --para quien el cuadro representa 1,5 millones de visitas anuales-- encargó entonces el llamado informe Sedano --por el nombre de su responsable, Pilar Sedano, entonces jefa de restauración del MNCARS y hoy del Museo del Prado--, en el que participaron trece restauradores y se realizaron más de trescientas fotografías, además de estudios radiológicos y químicos.

El diagnóstico difícilmente podía ser más desolador. La tela está craquelada y cuarteada en su totalidad, con una red de grietas en sentido vertical por efecto de los sucesivos enrollados para su transporte. Son frecuentes las pérdidas de pintura, parte de la capa que persiste se halla separada peligrosamente del lienzo y hay lugares en los que la cera ha traspasado la tela.

Tintes políticos detras de argumentos técnicos

El Guggenheim también elaboró su propio documento. 'En 1996, cuando se hizo la propuesta de petición de préstamo se apoyó en referencias museológicas, información de los conservadores, el plan de exposición y una minuciosa batería de medidas para impedir el deterioro del cuadro durante su traslado', recuerda el director del museo bilbaíno, Juan Ignacio Vidarte.

'Es un tema muy delicado. El cuadro se ha movido mucho, incluido a museo alemanes. Cuando se trasladó del MoMA a Madrid no hubo problema y justo desde que está en el Reina Sofía no se puede mover. Es llamativo', reflexiona Vidarte, quien admite que el cuadro 'tiene unas características especiales. No debe moverse de una manera frecuente, hay que evitar enrollarlo, sacarlo de su bastidor, hay que tener mucho cuidado con las condiciones, la temperatura, las vibraciones... Eso son argumentos verdaderos que nadie discute. Pero detrás de la argumentación técnica hay una de tinte más político, de contumacia'.

'El traslado se realizaría con todas las garantías'

Cuando se produjo esta primera petición, la entonces senadora de EA, Inmaculada Boneta, encontró una laguna en el texto del Reina Sofía, que no realiza declaraciones sobre el tema: 'No se analiza en este voluminoso informe en qué condiciones podría producirse el traslado sin ningún deterioro'.

El Gobierno Vasco, que ha realizado una petición oficial de cesión para este 70 aniversario y el décimo aniversario del Guggenheim, que se cumplirán en 2007, ha ahondado en esta vía. La consejera de Cultura, Miren Azkarate, se comprometió a poner 'toda la tecnología y los medios humanos y materiales necesarios' para que el traslado de la obra se realice 'con todas las garantías'. 'Creemos que es factible que esta obra que ha recorrido medio mundo pueda realizar un viaje de ida y vuelta para exponerse, uniendo el cuadro y la ciudad mártir que le da el nombre, en la tierra donde ocurrió la tragedia'.

Anécdotas sobre el cuadro

A propósito de la petición de traslado, se ha rescatado estos días la experiencia del centro tecnológico Gaiker, afincado en Zamudio, que hace unos años patentó un sistema de transporte de obras de arte. El envoltorio fabricado --que preserva las obras de la humedad, los cambios de temperatura, los golpes y las vibraciones-- se utilizó para trasladar un cuadro de Degas, de pequeño formato y técnica pastel, propiedad del Museo Thyssen a Estados Unidos. 'Nadie nos ha pedido que confeccionemos un embalaje del tamaño del Guernica', señalan desde el centro tecnológico.

Sobre el interés del artista, circulan dos anécdotas. La primera, citada por algunos expertos pero no suficientemente contrastada, relata que Picasso ofreció al lehendakari José Antonio Agirre la pintura y que tanto éste como el delegado del Gobierno Vasco en la exposición de París del 37, el pintor José María Ucelay, la rechazaron. Ucelay dijo del Guernica que 'como obra de arte es una de las peores cosas jamás producidas en el mundo'. La otra señala que en 1958 Picasso había dado instrucciones al MoMA para que no se moviera más, salvo para su vuelta a España. En principio, la pintura debía regresar cuando volviera a imponerse el régimen republicano. Más adelante, el artista relajó las condiciones y consintió en que el traslado se produjera cuando 'se restablecieran las libertades públicas'.

Confianza: El momento propicio

Fuentes de la consejería vasca de Cultura rememoraron que 'cuando el cuadro estaba en Nueva York se exploró la posibilidad de que viniera a Gernika y se dijo que aunque se pudiera, no teníamos un museo digno donde exponerlo. En los noventa, cuando el proyecto del Guggenheim estaba en ciernes, antes de inaugurarlo, se hizo la solicitud, y se nos dijo que era un pretexto porque teníamos un miedo terrible a que el Guggenheim fuera un fracaso.

El siguiente pretexto fue que el cuadro estaba muy mal, muy mal y que se caía y que no se podía desmontar de nuevo'. 'Pero era perfectamente posible trasladarlo sin desmontarlo en un vehículo especial y por carretera, para evitar la vibraciones del avión. Las posibilidades existen', concluyen las mismas fuentes que apuntan que Lakua se haría cargo del coste económico. Para el Gobierno Vasco, la concesión del traslado sería 'un gesto importante e interesante, ligado a otro gesto: el reconocimiento del Parlamento y del Gobierno central porque todavía el bombardeo de Gernika sufre las mentiras de los revisionistas y que en el Estado pesó esa versión hasta el 75'.

'El ambiente hace que alberguemos alguna esperanza'

Vidarte coincide en que el momento es propicio. 'Para nosotros es un tema que siempre está abierto y el ambiente hace que alberguemos alguna esperanza. Creemos que el 70º aniversario es una ocasión extraordinaria', insiste el director del Guggenheim.

Al PP, que se negó cuando Esperanza Aguirre era ministra, le parece ahora 'justo' y 'lógico' el traslado, y con sus votos dio luz verde a la petición del PNV en el Senado. La condición es un informe favorable de la Academia de Bellas Artes de San Fernando, que no ha recibido encargo alguno. 'Ni del Senado, ni del Ministerio de Cultura, ni del Gobierno', apostilla una portavoz de la institución.

(publicado el 02-05-2006 en Diario de Noticias de Navarra)


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