Ciudad de México, México. Una delegación de la editorial navarra Pamiela, encabezada por Pello Elzaburu, visitó Euskal Etxea de Ciudad de México y tal como en ocasiones anteriores hizo entrega a la Mesa Directiva una colección de libros. La novedad este año fue la entrega del recientemente publicado “Gernika Batailoia. Askatasunaren Ametsa”, del periodista senpertarra Franck Dolosor "Haltza". El libro, publicado en euskera, que próximamente verá la luz también en castellano y francés, narra la historia de la unidad militar vasca que con la ikurriña por bandera luchó en la II Guerra Mundial contra los nazis, con los aliados, en el Médoc. Uno de los testimonios que recoge es el del vasco mexicano Javier Brosa, gudari del batallón.
Nacido en Donostia en 1925, Brosa tomó parte en el combate de la Pointe de Grave, en el Médoc. El donostiarra dejó su ciudad natal en 1944 y escapó a la costa labortana, para alistarse después en la unidad auspiciada militar por el Lehendakari Agirre y el Gobierno Vasco en el exilio en la SGM para combatir el fascismo y participar, ocho años más tarde del Bombardeo de Gernika, en abril de 1945, en uno de los últimos combates contra el nazismo. Más tarde, vía Nueva York, viajó a México, donde se instaló, formó familia y empresa, y fue integrante de Euskal Etxea de México hasta su fallecimiento en enero de 2024..
“Gernika Batailoia. Askatasunaren Ametsa” (El Batallón Gernika, sueño de libertad), Pamiela, 2025.
Mujeres que han sido el alma y sostén de Euskal Etxea de México durante décadas. Fueron homenajeadas Xabet Izaurieta, Eva Aguilar, Mercedes Lanzagorta, Julita Regueiro, Bernadette Diharce, Angelina Regueiro, Ana Mari Alvaradejo, Itxaropen Palacios, Marilu Zubiaga, Mercedes Roza, Begoña Jauregui, Jesusa Lesaca, Mayi Diharce, Ana Mari, Merodio, Miren Aguirre, Pilar Maiz (no está en la foto su hermana Lupe Maiz)...
Euskal Etxeko lamiak
Y hace unos días, la Comisión Directiva de Euskal Etxea de México rindió homenajeó este mes de mayo a las mujeres que han sido su pilar y sostén, a las que todo debe la entidad, y y lo hizo con una comida y haciéndoles entrega de un ramo de flores. “Tenemos una deuda con nuestro grupo de emakumes, no solo como Centro sino y sobre todo como comunidad ya que ellas han sido quienes han mantenido viva durante décadas nuestra cultura, tradiciones e identidad”, en palabras del lehendakari de Euskal Etxea, Iñigo Bilbao.
Eskerrik asko!