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Necochea, Argentina. El sábado pasado, los socios del Euzko Etxea realizaron una breve interrupción en la tarea de organizar la edición 2011 de la Semana Nacional Vasca para celebrar una fecha a la que  hacen honor cada año.

[Los dantzaris de Gazte Alai vistieron trajes coloridos (foto Ecos Diarios)]

El fuego de San Juan ardió una vez más en la intersección de las necochenses calles 58 y 65, esquina en la que se concentró gran cantidad de gente pese al frío que castigaba a la ciudad. Allí, socios del centro vasco procedieron a la tradicional quema de la sorgina, muñeco confeccionado por alumnos de la Escuela Provincial de Arte Nº 500, con la coordinación de la artista plástica Marina Rosso. En este marco, los dantzaris de Gazte Alai, vestidos para la ocasión con pantalones blancos y camisas y bonetes multicolores, interpretaron Carnaval de Lanz.

[Los dantzaris del grupo Gazte Alai bailaron alrededor del fuego (foto EE)]

Concluido el espectáculo, se llevó a cabo una romería en la sede del centro, donde las danzas y los platos típicos permitieron hacer frente a la larga noche invernal.

Sorginas de Iparralde

En la capital porteña también se celebró San Juan el sábado 25. Sobre las nueve de la noche y convocados por la Subcomisión de Cultura del Centro Vasco Francés-Iparraldeko Euskal Etxea, misteriosos hombres y mujeres vestidos completamente de negro colmaron la capacidad del quincho del reconocido edificio.  

En la penumbra se fueron ubicando en sus respectivas mesas y en la penumbra degustaron los ricos pinchos y alubias que los integrantes de la subcomisión habían preparado para la ocasión. Terminada la cena, Juan Carlos Ibarrola explicó a los presente la importancia de la fecha que se estaba celebrando.

[Los dantzaris de Iparraldeko Euskal Etxea cerraron la noche bailando (foto EuskalKultura.com)]

A continuación, cada uno de los presentes imprimió un deseo en un pequeño papel, y una vez encendida la fogata y tras realizar un conjuro, el público vio arder sus deseos en el fuego, con la esperanza de que en breve se hagan realidad.

[Brujos y brujas de Iparraldeko Euskal Etxea (foto EE)]

Sin deshacerse en ningún momento de los disfraces, los invitados participaron luego de distintos juegos que se organizaron en el trinquete. Los protagonistas de este pequeño “aquelarre” tuvieron la posibilidad de demostrar sus habilidades para la danza, el canto y otras destrezas que requerían las actividades. El grupo de dantzaris del Iparraldeko Euskal Etxea cerró la fiesta ofreciendo a los presentes una serie de bailes.