Pelota vasca: cine frente a la indiferencia. El realizador vasco Julio Medem presenta su película en el XXV Festival del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana (en Prensa Latina)

Por Fausto Triana

Articular un tema tan controvertido como el conflicto alrededor del País Vasco parece hoy en día una suerte de apuesta a la ruleta rusa, mucho más si se presenta en el cine bajo la firma de Julio Medem y la censura del gobierno de Madrid.

Se trata en esencia de un documental bastante abarcador, en presentación especial durante el XXV Festival del Nuevo Cine Latinoamericano, que persigue la imparcialidad objetiva, pero con la mirada atenta precisamente de un vasco.

No son sólo espacios de contemplación expositiva. La pelota vasca, la piel contra la piedra, es la recopilación en imágenes de 115 minutos de numerosas entrevistas, básicamente registradas con ciudadanos de la zona, tanto de la parte española como francesa.

Koldo Zuasnar, el productor de la cinta, dijo a Prensa Latina que el gobierno español le ha dado una publicidad gratuita al documental. Intentó proscribirlo del Festival de San Sebastián y lo criticó prácticamente sin conocerlo.

Subrayó que uno de los problemas más agudos del panorama vasco actual es la intolerancia. De ahí el mensaje inicial en la película de Medem en sus deseos de contribuir al entendimiento tocando fibras del pasado, presente y futuro de Euskal Herria.

'Hicimos el estreno en el continente americano aquí en la cita de La Habana, vamos a llevarlo a Estados Unidos y esperamos también mostrarlo en Guadalajara, México, Cartagena de Indias, Colombia, y en el encuentro de Buenos Aires', explicó.

Nada que ver con la filmografía anterior de Medem, reconocido internacionalmente por Los amantes del Círculo Polar y Lucía y el sexo. A sus obsesiones por los conflictos del amor, le añade ahora al parecer una deuda con su tierra de orígen.

Se intercalan puntos de vista de sociólogos, historiadores, socialistas, comunistas, etarras, víctimas directas de la violencia, viudas y madres que perdieron a sus seres más queridos...sin llegar a conclusiones lapidarias.

'Lo primero que me planteé de La pelota vasca, fue abarcar el mayor número posible de voces diferentes, como una polifonía humana en la que cada cual cantara a su aire. De alguna manera lo opuesto al coro, o un anticoro de voces del que se pudieran distinguir los timbres de cada una', explicó Medem sobre su obra.

Pasajes del cruento bombardeo nazi a Gernika, coches-bomba, atentados a plena luz del día y entrenamientos de guerra de los combatientes de ETA, sirven de soporte a las conversaciones que atizan en ocasiones el fuego polarizado y otras abren puertas al diálogo.

No hay conclusiones ni parecen existir por el momento. Sólo el repiqueteo del popular deporte de la pelota vasca, se antoja elemento medular en la perspectiva de desenredar las complejas madejas de los asuntos que mantienen la crudeza en la polémica.

Canciones de aires desgarradores y la espectacular belleza del paisaje del País Vasco, gente que rie y llora, regalan de cierto modo postales de esperanzas. Quizá más por la ilusión que por la realidad actual.

Julio Medem lo sabe y por tal razón se ha empeñado con su todo su equipo de realización de hacer llegar este documento filmico al mundo, a España, Francia, y en particular a los vascos.

(publicado el 09-12-2003 en Prensa Latina)

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