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Arrecifes, Argentina. "Como un eslabón que une pasado y futuro los centros vascos argentinos articulan el legado de los ancestros con los proyectos a futuro. De esa manera el presente se convierte en un espacio de preservación de lo recibido pero también de lo que va a venir, tan valioso lo uno como lo otro". Con este espíritu celebró el 19 de febrero su cumpleaños número 92 el centro Euskaldunak Denak Bat de Arrecifes.

La cena, en la que se reunieron unas 70 personas, se llevó a cabo en la taberna de la euskal etxea, donde Juan Lucio Agotegaray pronunció unas palabras alusivas. Entre las autoridades presentes, cabe mencionar al intendente municipal interino Marcos Pernicone y el secretario de gobierno, Julio Suárez.

Es de destacar que el aniversario ocupó también un lugar especial en el recital que días antes diera Maral, grupo de música vinculado desde sus comienzos a la institución, en la sede de la casa. Mariana Dominé Irigoyen, voz del grupo y ex lehendakari del Euskaldunak Denak Bat, no sólo dedicó unas palabras sino que cantó uno de sus ya clásicos temas en euskera.

Finalmente, y también en el marco de la noticia del aniversario, la entidad vasca arrecifeña nos ha remitido los videos institucionales que compilan las actividades de la casa durante el año 2013 (ver aquí video 1 y Video 2 ).

San Sebastián en Arrecifes

Y si bien la mayoría de la euskal etxeas argentinas se plegaron al receso de verano, otras continuaron con actividades. No es, de hecho, el primer año en que las clases de euskera continúan en enero en Arrecifes. En un clima distendido, los ikasles siguieron con su aprendizaje pero también aprovecharon las noches de veranos para quedarse a compartir pintxos y alguna copa de vino.

[En Arrecifes también se celebró el Día de San Sebastián en este 2014 (fotoEE)]

Las puertas de la vasca se abrieron también y con buena convocatoria el domingo 19 de enero para unirse desde Arrecifes a la danborrada donostiarra. Organizado por los grupos de euskera y la Biblioteca Lucio Echaniz, los danborileros arrecifeños primero ensayaron la marcha y luego tocaron siguiendo los modelos de los videos que se proyectaron. Entre los repiques y los tenedores y cuchillos gigantes, la noche se prolongó en una cena a la canasta.