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José C. Paz, Argentina. El domingo 11 de abril socios y amigos del centro Toki Eder de José C. Paz celebraron el Día de la Patria Vasca. María Ángeles Oñederra, presidenta de la institución, dio la bienvenida a los presentes al tradicional almuerzo y tras su saludo, la Coordinadora de Cultura, Lucia Lechardoy, dirigió unas palabras al grupo reunido en el salón principal de la casa: "Los Vascos que vivimos en esta tierra debemos seguir el derrotero de trabajo, responsabilidad, vida de familia, cumplimiento de la palabra, austeridad y solidaridad que nos enseñaron nuestros mayores y así honrar a Euskal Herria y a la Argentina, esta tierra que tan generosamente nos acogió”, manifestó Lechardoy. Terminado el almuerzo, las voces se unieron para entonar cantos típicos del cancionero vasco.

Una semana más tarde, concretamente el pasado domingo, 18 de abril, también con motivo del Aberri Eguna, se celebró una misa en la iglesia San Pedro Claver de San Miguel. En la misma se recordó a los socios fallecidos.

Aberri Eguna rosarino

En Rosario, en cambio, se prefirió la noche para el festejo. Con la cena del Día de la Patria Vasca, el centro rosarino abrió una nueva temporada de reuniones sociales. En esta ocasión el evento comenzó con las estrofas del Himno argentino y el Himno vasco y a continuación se sirvió un menú elaborado por las socias Alicia Igarzabal, Cristina Arregui y Nélida Apesteguia. El cuadro Gaztedi Zutik colaboró en el servicio y atención de las mesas.

En un salón completo y decorado con ikurriñas y cuadros de caseríos de Euskal Herria, el presidente de la casa se refirió a la fecha que se conmemoraba: “En el día de la Patria Vasca, fecha en que no puede faltar la reivindicación nacional, hay que recordar los derechos históricos y el derecho a decidir que tiene el pueblo vasco en sus siete territorios”, afirmó Claudio Esnal, quien también recordó al Lehendakari Agirre y el bombardeo de Gernika.

[Con la cena del Aberri Eguna el centro rosarino abrió una nueva temporada de encuentros sociales]

La actuación de los txikis y del cuadro de jóvenes, que interpretaron Arcos Mixtos y Fandango, puso música a una fiesta que contó también con la presencia de miembros del centro Haritz, de la vecina ciudad de Victoria, en Entre Ríos. Hubo txistus que animaron la sobremesa y un ambiente cálido y festivo que motivó a ex dantzaris, jóvenes y txikis para que bailaran hasta altas horas de la madrugada.