Buenos Aires, Argentina. Y las brujas y brujos volvieron al Iparraldeko Euskal Etxea de Buenos Aires. Esta vez, no fue por la noche, sino a la tarde, y en compañía de un nutrido grupo de socios y amigos de la entidad porteña. Lo importante, no dejar pasar la celebración del solsticio de invierno y la Noche de San Juan, y retomar una tradición que comenzó en 1998 en Iparraldeko y que se vió interrumpida, pandemia mediante, por cinco años. Por eso, la Subcomisión de Cultura de la entidad ofreció un Té de Brujas el pasado sábado 28 de junio a las cinco. Hubo música vasca, de la mano del Coro de Euskaltzaleak, sorteos, un caldero encendido, homenajes y un remarcable clima de cordialidad.
Tal como solía suceder en cada Sorgin Afaria, también el sábado el salón recibió a las visitas adornado con guirnaldas de fantasmas, telas de araña, búhos, imágenes de machos cabríos, akelarres y otras figuras simbólicas. Las mesas, servidas con delicias varias, y los y las anfitrionas vestidos para la ocasión, luciendo sus ropas negras y sus sombreros de pico. El encuentro comenzó con la presentación del Coro de Euskaltzaleak que, bajo la dirección de Ana Etchepare, interpretó el Agurra, Lo hadi aingüria, Festa y Txoriak Txori. Se sirvió el té y se invitó a los presentes a escribir sus deseos en un papel. Y, una vez más, se realizó el ritual de alimentar, entre todos, el fuego del caldero para asegurar la buena fortuna.
De izquierda a derecha, Carlos Bordagaray, Carlos Martinez, Maru Lucuix, Norma Ríos, Juan C. Ibarrola, Beltrán Maillot, Rosa Misciagna y Adrián Castell, integrantes del Iparraldeko
Se sortearon publicaciones y recuerdos de temática vasca y se vivieron momentos emotivos. Juan Carlos Ibarrola, referente de la Subcomisión de Cultura, fue homenajeado por sus 80 años. También se recordó con un fuerte aplauso a Sylvia Saenz, integrante de Euskaltzaleak recientemente fallecida. El encuentro contó con la presencia de descendientes de fundadores de la entidad, de estudiantes e irakasles de euskera de la ciudad de Buenos Aires, y del presidente del Centro Vasco Francés-Iparraldeko Euskal Etxea, Beltrán Maillot, quien, tras unas palabras de agradecimiento a los presentes, se refirió al desafío del relevo generacional. Asimismo, anunció que, en el marco del 130° aniversario, se realizarán próximamente exhibiciones de pelota, charlas y otras actividades culturales.