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Vascos de la Diáspora: Jon Sarriugarte, un 'punk aeroespacial' de California, exOinkari por más señas

21/07/2015

De izquierda a derecha, varios vehículos diseñados por Jon Sarriugarte, su mujer Kyrsten y sus compañeros de Empire of Dirt; Jon en su estudio; y una ikurriña pegada a la nevera, en la casa del artista (Imágenes: J.S.)
De izquierda a derecha, varios vehículos diseñados por Jon Sarriugarte, su mujer Kyrsten y sus compañeros de Empire of Dirt; Jon en su estudio; y una ikurriña pegada a la nevera, en la casa del artista (Imágenes: J.S.)

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Idahoense, antiguo Oinkari y residente desde hace años en California, Jon Sarriugarte (Boise, 1963) no es un vasco convencional. Es artista, diseñador y creador. "Quería ir al Jaialdi pero no tengo tiempo, estoy trabajando en una nave espacial", explica a EuskalKultura.com, en una frase que dice mucho sobre el estilo de vida de este herrero –"mago del metal"– que, persiguiendo su sueño de trabajar con la "flexibilidad, durabilidad y simple belleza del hierro", fundó en 1987 en California la empresa Form and Reform. Lo suyo es la originalidad, en una creatividad que da rienda suelta a una fantasía sin límites.

A.E.B./Oakland, EEUU. En California, Jon Sarriugarte se unió también profesionalmente, con su mujer Kyrsten Mate –ingeniero de sonido de películas de la talla de El Club de la Lucha o El señor de los anillos: Las dos torres, por nombrar dos–, se rodeó de un grupo de expertos en el ámbito del hierro autodenominado Empire of Dirt (Imperio de la suciedad) y tuvo una "maravillosa hija" llamada Zolie Mae (9). Todos ellos trabajan árduamente para crear vehículos inimaginables, como el Golden Mean: una especie de caracol gigante que, recientemente, ha atraído el interés de la prensa californiana por ser el auto elegido por la nueva alcaldesa de Oakland, Libby Schaaf, para recorrer la ciudad tras ganar en las urnas. Sarriugarte comparte con EuskalKultura.com impresiones sobre sus años en Boise, su precioso sueño realizado de poder trabajar en lo que ama, y sobre su origen vasco.

Quien ojea la web de Form and Reform se da de bruces con mil trabajos en metal: relojes, espejos, estantes, mesas, lámparas... y fantasiosos vehículos, como el propio Golden Mean, o los Trilobytes (pequeños autos con forma de instecto), el Zeppelini, o las Serpientes Gemelas: dos majestuosos reptiles de quince metros de longitud, basados en la mitología nórdica, y propulsados por energía cinética. Los productos más pequeños están al alcance de cualquiera, "pero me quiero deshacer de ellos", indica Jon, arguyendo que "son cosas antiguas". "Hoy en día estoy trabajando más en productos de gama alta que, desafortunadamente, mucha gente no puede comprar. Pero es lo que quiero hacer".

Los espectaculares vehículos que construye no se hallan a la venta. Fueron diseñados para ser mostrados en el famoso festival Burning Man y se han convertido en el buque insignia de su firma. Echando una mirada más en profundidad a su catálogo, uno puede encontrar retazos de su origen vasco en los nombres de sus diseños. Como la línea de lámparas San Sebastián, que creó para la empresa Restoration Hardware. "En el mundo del diseño de lámparas te encuentras infinidad de nombres californianos y yo quería hacer algo diferentes, así que comencé a bautizar los diseños con nombres de pueblos y ciudades del País Vasco". Según explica, casi todos sus diseños cuentan con un primer nombre vasco que, en muchas ocasiones, cambian en la empresa Restoration Hardware. A una de las lámparas, por ejemplo, le puso el nombre de Zaldibar, por el pueblo originario de su familia en Bizkaia, "pero cuando lo leyeron me dijeron, '¿qué es esto?", recuerda el artista entre risas.

Vasco-americano

El abuelo de Jon, Eustachio Sarriugartemás conocido como 'Cecil', fue todo un "verdadero vasco-americano" ya que, según indica su nieto, fue concebido poco antes de emigrar y nació ya en América. El padre de Cecil, Victor, había emigrado a Boise en el primer cuarto del siglo XX. y al poco le siguieron su mujer María Juana y sus otros hijos. Cecil nació en el corazón de una comunidad vasco-americana en rápido crecimiento. 

Los Sarriugarte se establecieron en Emmett (Idaho), donde Cecil se graduó de la escuela básica y a los catorce años comenzó a trabajar como pastor. A pesar de ser un oficio tan ligado a los vasco-americanos, Cecil fue el primer Sarriugarte en trabajar en ese campo ya que su padre Victor era serrador. Cecil conoció en Emmett a su futura esposa, Virginia, y tras la boda, se fueron a vivir al estado de Washington. Jon recuerda que el padre de su abuelo, Victor, tenía muy clara la importancia de los estudios y no paraba de decir a Cecil que debía estudiar. Así es que éste termino estudiando en una escuela de barberos y obteniendo el diploma.

Pronto encontró Cecil un buen trabajo en Washington, aunque no en una barbería, sino en un astillero. Y ese trabajo le libró de ser enviado a la Segunda Guerra Mundial, porque las embarcaciones que creaban eran de gran necesidad en Europa. "Hace unos años", cuenta Jon, "practicando buceo en las costas de Bali, ví un antiguo barco hundido cerca de la costa y estaba hecho en los mismos astilleros en que trabajo mi abuelo. Fue algo muy bonito". El año en que terminó la guerra, 1945, fue el año en que nació el padre de Jon, Tomás Sarriugarte. 

Buscando su lugar en el mundo

Jon nació en Boise en 1961 y estudió en una escuela alternativa –“era un centro de izquierdas y un poco hippy” −; también fue miembro de los Oinkari, junto con sus hermanas Amy, Jenny y Mali –las dos primeras viven en Seattle (Washington, EE.UU.) y la tercera en la República Checa−. De hecho, su generación fue la primera de vascos nacidos en Estados Unidos que bailaba con Oinkari.

Jon era miembro de la comunidad vasca y solía visitar la Iglesia y, según sus palabras, no era ese un entorno demasiado favorable para su creatividad: “No era fácil ser creativo en ese entorno. Estudié metal en la escuela, tenía un grupo de música, estudié en el programa de teatro de la BSU… Me gustaba todo lo artístico pero no había trabajo para mí”.

Así las cosas, decidió buscar un lugar en el que pudiese trabajar más cómodamente y comenzó a visitar familiares y amigos en diferentes estados. “No tenía planeado venir a San Francisco; en los ochenta esto no era tan progresista como es hoy en día. Ese ambiente surgió en los noventa”.

Pero ese fructífero entorno no llegó del cielo, fueron Jon y la gente de su entorno quienes lo crearon; de hecho, Sarriugarte y otros compañeros adquirieron, en 1996, un antiguo edificio de Kraft, de 15.000 m2, en el que acogieron decenas de artistas y artesanos. Y es ahí mismo donde él trabaja y se junta con los compañeros de Empire of Dirt. Steam-punks, oil-punks… “Ahora decimos que somos punks-aeroespaciales −dice−. La última moda puede que sea Steam u Oil, pero la filosofía de fondo es el punk. Es todo una especie de broma entre amigos”.

Jon encontró su lugar. Pero eso no hizo que se olvidase de sus raíces, ni mucho menos: “Me encanta mi cultura porque mi abuelo estaba muy orgulloso de sus raíces. Siempre nos contaba historias y nos hablaba de lo especiales que son los vascos. Todo eso me influyó mucho en quién soy ahora”. Jon visitó el País Vasco en los 80 del siglo pasado y está preparando un viaje para el año que viene, o el próximo, y también es miembro de un grupo de Facebook que acoge a personas apellidadas Sarriugarte, varios de los cuales son familiares suyos. “Estamos en contacto”, dice.

Memorias de Boise

“Mi lugar favorito en Boise es esa pequeña casa junto al museo (vasco)”, indica Jon, intentando recordar un nombre. Se refiere a la casa de Cyrus Jacobs-Uberuaga. “¡Sí, esa misma! Yo vivía en un edificio cercano, pero lo tiraron”. Siendo amante del estilo de los años 30 y 40, tiene sentido que a Jon le atraiga la casa de Cyrus Jacobs-Uberuaga. O quizás sea, también, porque le recuerda a sus abuelos. No solo a Victor, también a Virginia, que fue una gran mujer. “Dio clases de euskera en la universidad”, dice el diseñador. “Era irlandesa y alemana pero aprendió euskera, con un libro, en Boise. Quería involucrarse en la comunidad. La gente se sorprendía al saber que pasó de ser estudiante a ser profesora”.

Jon no habla euskera. “Solo sé decir tacos y pedir helado”, dice, medio en broma. “El año en que fue a la universidad comenzaron con los estudios vascos, pero yo no me apunté. ¡Pero tengo el libro!”. Zolie Mae, su hija de 9 años, tampoco habla el idioma, pero conoce sus raíces y, si todo sale bien, podrá visitar la tierra de sus orígenes el año que viene, o el próximo, junto con sus padres, Jon y Kyrsten.

Jon Sarriugarte - Form and Reform
2601 Adeline Street, 133
Oakland, CA 94607
EE.UU.
Página web aquí
Página de Facebookeko aquí

Restoration Hardware, artículo
San Francisco Chronicle, artículo



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