euskalkultura.eus

Iruña-Pamplona, Navarra. La iruindarra Lohizune Amatria está de vuelta en casa, tras pasar cinco meses estudiando en la ciudad argentina de La Plata. La experiencia ha sido muy enriquecedora para la joven, que asegura haberse sorprendido con el tamaño de la comunidad vasca local y su compromiso por mantener la cultura vasca al otro lado del Atlántico.

-¿Cómo llegaste al trinquete? ¿Por qué decidiste dedicarle un documental?

En una de las asignaturas que cursé en La Plata me pidieron hacer un documental, esto fue llegar y al de dos semanas en Argentina. Todavía no conocía bien la ciudad y no sabía sobre qué hacerlo. Sabía que había una euskal etxea y decidí ir allí. En Euzko Etxea se hacen muchas actividades, hay una biblioteca, grupo de dantza, grupos de deportes... Pero al principio no sabía que se enseña pelota paleta, y el primer día que fui allí vi a varios chicos que jugaban a esta modalidad en el trinquete.

El trinquete está dentro de la euskal etxea y eso, junto con el propio deporte, me pareció tan sorprendente que decidí hacer un documental. Buscando información en internet descubrí que hay una escuela en el centro y me puse en contacto con ellos. El resultado es el documental “Pelota Paleta”, que puede verse en YouTube.

-¿Estuviste en contacto con la comunidad vasca de La Plata? ¿Esperabas encontrarte algo así?

A través de ese vídeo entre en contacto con la comunidad vasca, y junto a varios amigos asistí a varias cenas y actividades. Y gracias a las clases de euskera de la Universidad de La Plata, pude conocer a personas de otros centros vascos de Argentina. Conocer y hacer amistad, la verdad. Con varios de ellos fuimos a la Semana Nacional Vasca de Villa María.

No sabía que encontraría allí, pero conocí a muchas personas muy implicadas con el euskera y la cultura vasca. Hay que destacar que en la Universidad de La Plata hay 90 alumnos estudiando euskera, y sus ganas y su dedicación son verdaderamente admirables.  Además, conocí también a muchas personas que siguen de cerca la actualidad de Euskal Herria.

-¿Crees que en Euskal Herria hay suficiente información sobre los vascos de Argentina?

Antes de ir a Argentina ya sabía que allí hay una comunidad vasca potente, pero no espera que fuera lo que encontré. La comunidad es grande y realizan muchas actividades relacionadas con la cultura vasca. No tenía conocimiento de esto antes de ir allí, quizá porque no busqué esa información.

-¿Qué es lo que más te ha sorprendido de los vascos y de los pelotaris de allá?

Lo que más sorprendió fueron las exhibiciones de euskal dantza de la Semana Nacional Vasca. Cada centro vasco baila un baile ante el público y al ir allá pensé que encontraría los bailes vascos de aquí. Fue así, en parte, pero también bailaron canciones de Oskorri y Kepa Junkera, con pasos de euskal dantza. Han creado bailes muy bonitos.

En cuanto a la pelota y los pelotaris, me ha sorprendido el número de jóvenes que juegan cada tarde en el trinquete de La Plata. También el saber que en Argentina hay muchos frontones, a pesar de que me entristeció saber que la mayoría no se usan. Como se explica en el documental, la afición a la pelota viene de familia. Esto es, los niños juegan porque lo hacen sus padres. Me parece sorprendente también el nacimiento de esta modalidad de pelota, pero para saber sobre eso lo mejor es ver el documental.

-¿Ha sido fácil para tí integrarte en Argentina?

Los argentinos son abierto y por ese lado no he tenido problemas para integrarme. He hecho buenos amigos y he vuelto a casa con pena. Es verdad que si dices que eres vasca, allí muchos te cuentan que un familiar suyo es de tal pueblo o que uno de sus apellidos es vasco. Saben de la comunidad vasca y más de uno me preguntaba en las primeras semanas si había ido al centro vasco.

He pasado cinco meses allí y la verdad es que me he encontrado de todo: los que sabían sobre Euskal Herria, gente que no había oído hablar de ella jamás, gente que estudiaba euskera, otros que no sabían lo que es el euskera... Pero en general diría que los vascos son apreciados.