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Sergio Prego salta de Nueva York a Basilea para exponer en el espacio Art Unlimited. El artista donostiarra ha exhibido en esta sección de la feria Art Basel la obra en vídeo «Cowboy Inertia Creeps» (en Gara)

25/06/2004

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[La sección Art Unlimited de la prestigiosa feria de arte de Basilea, recientemente concluida, ha contado este año con presencia vasca. Sergio Prego ha sido el primer artista de esta tierra seleccionado para esta importante plataforma dedicada al arte emergente. Residente hoy en Nueva York, el artista ha visitado esta semana la capital vizcaina, donde prepara una exposición para el próximo mes de julio. Prego exhibirá en la Sala Rekalde su último proyecto]

Izaskun Labeaga/Bilbo. Art Basel cuenta con un espacio independiente habilitado para las propuestas más jóvenes, los proyectos que, de alguna manera, no encajan en las categorías tradicionales. Al igual que el resto de la feria, la sección Art Unlimited es un espacio con una gran proyección internacional, al que consigue acceder un reducido número de creadores. Allí se dan cita los galeristas y coleccionistas más importantes del mundo.

«En ese espacio todo es mucho más amplio, tiene otra escala, otras dimensiones», comenta a Gara Sergio Prego (Donostia, 1969), uno de nuestros artistas más internacionales, que este año ha tenido la oportunidad de presentar su obra en este recinto. Prego exhibió un vídeo titulado ''Cowboy Inertia Creeps''.

La cinta está rodada entre Bilbo y Nueva York, en distintas localizaciones. «Está hecho con fotos, es una especie de animación. Me estaba basando en algunos trabajos de los setenta, en los que el cuerpo iba cogiendo diferentes configuraciones en relación a elementos arquitectónicos del paisaje. Lo que quería hacer era crear una especie de narración», detalla.

Captó imágenes en Zorrotzaurre y en varias localizaciones de Nueva York, en el este y en el oeste, casi siempre junto al río, en carreteras semidesiertas y en zonas industriales. «Lo que me interesaba sobre todo era la relación de la figura con el paisaje. Al hacerlo de una manera muy extensa, como en un recorrido muy largo, quería que no fuera sólo un pequeño elemento arquitectónico sino que fuera casi el paisaje; que parezca que la figura puede manipular el paisaje».

En Suiza, Prego compartió espacio con gente consagrada y otros artistas no tan conocidos. La impresión que le ha causado ha sido excelente: «Estaba muy buen instalado y la calidad ha sido buena», afirma.

Sergio Prego no se considera videoartista, aunque reconoce que este soporte ofrece un amplio abanico de posibilidades. «Es un lugar en el que pueden confluir diferentes medios, es un formato como muy híbrido». Otra de las virtudes que le otorga es su capacidad de difusión mediática. «Es mucho más fácil de difundir y tiene mucha más aceptación que otras cosas».

Insiste el artista, no obstante, en que no quiere adscribirse a ningún medio. «He dibujado, he hecho objetos, instalaciones, cosas de sonido. A nivel de soporte he variado mucho. Hubo una época en la que hacía instalaciones con dibujos, dibujaba bastante y últimamente no. Cada día es más difícil encontrar público para el dibujo», comenta el creador donostiarra.

El arte convertido en espectáculo «es un espacio que no me interesa», afirma el artista donostiarra, aunque «tenga que aceptar que tienes que hacer concesiones».

En su opinión, «para que el arte mantenga la capacidad de trasgresión es importante que se mantenga en un espacio de trabajo que le dé cierta libertad porque las formas de espectáculo que hay hoy en día te limitan muchísimo».


El espacio, el espectador y la obra

I.L./Bilbo. Sergio Prego volverá a Bilbo en julio para exponer en la Sala Rekalde. El artista trabaja ahora sobre la propuesta que llevará a este espacio, un proyecto que se basa en el estudio sobre las relaciones espaciales y en la capacidad del espectador por hacer suyo ese lugar en el que entra en contacto con la obra.

«Me interesa el signo, cómo el signo alude a un contexto específico y, a la vez, la narración, es decir, la capacidad de generar discursos sociales, cosas que la gente entiende como una narración, algo que estructura la sociedad».

Sergio Prego emplea habitualmente elementos tomados de contextos específicos, casi documentales, y un lenguaje y formas que tienen relación con la televisión o el cine. Por medio de estas vías, el autor busca «un lugar con el máximo de contradicción entre esas dos cosas».

Sergio Prego está representado por las galerías Lombard Freid, en Nueva York, y Soledad Lorenzo, en Madrid. En octubre de 2002 fue premiado por el certamen Absolut Vodka y el año pasado logró el premio de la Fundación Altadis de París.

(publicado el 25-06-2004 en el diario Gara)


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