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Donostia-San Sebastián. Los músicos del grupo Baietz han convertido sus raíces en profesión. Han nacido y viven en Argentina, pero, fascinados por la música tradicional de Euskal Herria, se lanzaron a aprender sobre la lengua, las canciones y los instrumentos del otro del mar. El proyecto del grupo ha tenido un éxito notable y ya han publicado el primer disco de música tradicional vasca de Argentina. El miembro del grupo Gaspar Jaurena (Córdoba, Argentina, 1987) nos explica los sueños y objetivos de seis amigos de la Diáspora.

-¿Cómo empezó el grupo Baietz?

Baietz nació hace tres años, cuando empezamos a aprender euskera y a tocar instrumentos vasccos. Entonces no teníamos intención de hacer un ensamble, pero cuando empezamos a tocar estos intrumentos nos vino a la cabeza la idea de trabajar estos sonidos. En total, el grupo está formado por seis músicos. Todos somos profesores de distintas ramas musicales: Fernando Zabalza, Agustín Alonso, Franco Seghesso, Marco Seghesso, Noe Fernández y yo mismo (Gaspar Jaurena).

-¿Por qué empezásteis a trabajar la música tradicional vasca?

Hubo muchas razones, pero principalmente nos atrajo el trabajar con estos sonidos y ritmos. La música tradicional vasca es muy parecida al sonido que buscábamos. Además, viene de un mundo que sentimos como propio. La tradición de Euskal Herria nos asombra permanentemente con su belleza; es una fuente de recursos muy poderosa. Pensamos que todo músico debería conocer los sonidos del País Vasco; su estructura interna y sus códigos estéticos son muy especiales. Este tipo de música tiene mucho que decir.

-¿Todos sois de origen vasco?

La mitad del grupo tienen raíces en Euskal Herria y eso nos ha ayudado muchísimo. Para la mayoría del público es una gran sorpresa ver que seis amigos argentinos tocan este tipo de música; en Argentina, lo que más les asombra es ver que podemos tocar un repertorio íntegramente euskaldun. Eso nos hace sentir muy orgullosos.

-También hacéis instrumentos. ¿Dedicáis tanto esfuerzo por mantener vuestras raíces?

La cultura vasca es un legado que debemos cuida y construir entre todos. En cuanto a la música, nuestro objetivo es aprender de los maestros que nos precedieron. Hace 50 años en Argentina había muchos músicos vascos pero, por distintos motivos, somos muy pocos hoy en día. No nos parecía correcto perder las costumbres. 

-Es la primera vez que se publica un disco que reúne música tradicional vasca en Argentina. ¿Qué se puede encontrar en él?

En primer lugar, la ayuda de muchos argentinos que han apostado por nuestro proyecto. Y en cuanto a la música, el disco reúne una fusión entre Euskal Herria y Argentina: criolla, de nuestra tierra y afroamericana. Hemos trabajado el punto de vista americano de la música tradicional de ultramar. Principalmente, este disco refleja la relación y el interés de la Diáspora por el País Vasco.

-¿Qué llama más la atención de los oyentes argentinos? ¿Y a un vasco?

A un argentino le recuerda a los sonidos de nuestra cultura musical, porque la cultura vasca ha tenido una gran influencia en nuestro país. Y un vasco, en cambio, puede ver que su tradición sigue viva en nuestra generación, aún estando a miles de kilómetros del país natal.

-¿Pensáis seguir por el mismo camino en el futuro?

Además de seguir tocando en Argentina, tenemos intención de publicar nuestro segundo disco. El nuevo trabajo incluirá, entre otros temas, colaboraciones con bertsolaris que han venido aquí. Junto a ello, hemos reunido también trabajos realizados por músicos de varias diásporas.

-Texto original en euskera, en el diario Berria