Cañuelas, Argentina. Un 2 de julio de hace 65 años se fundaba en Cañuelas el Centro Vasco Denak bat, un espacio surgido para dar cobijo a euskaldunes y descendientes de aquellos inmigrantes asentados en ese partido, distante 55 kilómetros de la capital argentina. El pasado domingo 3 de agosto se conmemoró con un almuerzo, un delicioso asado íntegramente preparado por los directivos de la euskal etxea y servido amorosamente por el grupo de dantzaris. Asistieron 160 invitados, algunos llegados de distintos pueblos de la provincia de Buenos Aires, que disfrutaron de una hermosa jornada, muestra del arraigo y la vitalidad de la cultura vasca en el entorno.
La fiesta comenzó con el baile de Agurra a cargo una joven pareja de dantzaris, acompañados por el txistu de Mariana Branca, de La Plata, y las voces del Coro Denak Bat, bajo la batuta de Leandro Vallejos Arizmendi. Con el maestro Marcelo Sorondo al piano, el Coro, que este año celebra su 30° aniversario, interpretó desde la Marcha de San Ignacio hasta clásicos como Hegoak, Goiko mendian, Boga Boga y el tango Los pájaros perdidos. Jóvenes dantzaris de Euskal Arima se lucieron con Ezpatadantza, Fandango, Arin Arin y una polka, mientras el grupo de txikis bailó Esku Dantza. Y, para el cierre, se sumaron a los jauzis y la chacarera grandes y chicos.
Las danzas y el Coro Denak Bat amenizaron el encuentro, La torta aniversario, otro espectáculo
Placa homenaje y acompañamiento de FEVA y las EEak de Chacabuco, Brandsen, Gral. Rodríguez, Pergamino y La Plata
Los momentos más emotivos llegaron con los homenajes: Margarita Mathieu, primera mujer en ser lehendakari de la euskal etxea, junto a la actual lehendakari, María José Oyharzabal, descubrieron una placa conmemorativa para honrar a los fundadores, socios y colaboradores, un tributo pendiente desde la celebración de los 60 años, pospuesta por la pandemia. Pero la celebración miró también hacia el futuro. Otra exlehendakari, Verónica Zulaica, compartió con orgullo la presentación de dos proyectos municipales que buscan visibilizar el trabajo de la comunidad vasca en Cañuelas: la plantación de un retoño del Árbol de Gernika en el Parque del Bicentenario y la creación de un Monumento al Tambero.
Hacia el final de la celebración, tras recibir obsequios de las euskal etxeas invitadas, llegaron los sorteos —prendas de vestir, vinos y licores donados por adherentes a la euskal etxea—, la impresionante torta y el brindis de rigor. Dijeron presente en la fiesta delegaciones de las euskal etxeas Euskaltzaleak de Ciudad de Buenos Aires, Euzko Etxea de la Plata, Eusko Aterpea de Gral. Rodríguez, Guillermo Larregui de Chacabuco, Lagun Onak de Pergamino, Zazpirak Bat de Gral. Las Heras, Denak Bat de Lomas de Zamora, de la agrupación vasca de Brandsen y de FEVA. También acompañaron la celebración la Sociedad Italiana de Cañuelas, institución que abrió sus puertas a los primeros vascos que, tal como sucede actualmente cada tarde en la sede de Denak Bat, por entonces se juntaban allí a jugar al mus; el Club Cañuelas y del Hogar de Ancianos San José.
Zorionak Cañuelasko Denak Bat!
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