euskalkultura.eus

diáspora y cultura vasca

Noticias rss

Bernardo Atxaga desvela sus obsesiones; el laureado escritor asteasuarra ofrece en la Universidad de Deusto una conferencia titulada 'Leku bikoitzak' (en Gara)

15/12/2004

PUBLICIDAD

«Leku bikoitzak» es el título de la conferencia que Bernardo Atxaga pronunció ayer en la Universidad de Deusto, dentro del ciclo «Arte y parte en la sociedad del espectáculo» que organiza el Forum Deusto. En euskara y con traducción simultánea, el autor de Asteasu habló sobre sus obsesiones, que relacionó con el carácter de «duplicidad» de los lugares.

Bilbo, Bizkaia. Bernardo Atxaga cree firmemente en los caminos propios, en los itinerarios personales. «Sobre todo existe lo propio. Y la persecución de ese trazo personal, que no tiene por qué ser original ni singular y que está sujeto a miles de azares, es fundamental en la vida», aseguró. Encontrar ese dibujo no siempre es fácil, y menos si se es joven, pero a sus 53 años él ya se ha dado cuenta de cuál es el suyo. «Revisando mis escritos de toda una vida me doy cuenta de que a mí siempre me ha interesado la duplicidad de los lugares», dijo.

El descubrimiento de esa duplicidad lo describe como una gran «caída del caballo» y tuvo lugar cuando salió de su pueblo para irse a estudiar a Donostia. «Tenía 13 o 14 años y hasta entonces yo pensaba que el lugar en el que vivía era el más maravilloso del mundo. Cuando llegué al otro colegio me di cuenta de que mi idea era falsa, de que ante los demás ése no era un lugar valioso, sino que era un lugar marcado y que, como todo lo rural, tenía un color despreciable. Ese fue un momento crucial en mi vida».

Desde entonces, una de sus «manías más persistentes» ha sido buscar la igualdad entre ambos lugares. «He sentido la necesidad de recuperar un lugar que estaba perdido en el mapa, de darle poesía, que para mí es el mejor de los dones».

La duplicidad puede venir por varios lados, según explicó. Por un lado, el de los tiempos vividos en él, el del pasado. Le obsesionan especialmente esos libros de fotografías en los que uno puede ver un lugar durante una guerra, por ejemplo, y al lado la imagen del mismo sitio veinte años después siendo disfrutado por sus habitantes. Otra duplicidad es la que marca el lado oscuro y claro de cada territorio, el de Mr Jekyll y Mr Hyde, historia que dijo saber «de memoria» desde niño.

Y citó un libro de la Fundación Miguel Angel Blanco en los que aparecen Ernest Lluch y López de la Calle, dos personas con las que tuvo bastante relación antes de que murieran en atentado de ETA. Y después se estremeció con otro libro sobre torturas, al acordarse de Joseba Arregi y Anuk Galparsoro, a los que conoció personalmente. «Y me di cuenta de hasta qué punto a un autor como yo, con esta manía sobre la duplicidad de los lugares, le resulta necesario fijarse también en este otro lado oscuro de nuestro territorio».

«Realmente ha sido difícil escribir y publicar ­dijo en otro momento­. La nuestra es una profesión de riesgo y actualmente hay dificultades especiales. Hace 25 años, cualquier aeropuerto era un pequeño aeropuerto. Hoy son lugares inexpugnables, de amplísimos espacios. La literatura es lo mismo. Sólo cabe que cada cual continué por su senda, que cada cual siga su rastro».

Una senda que no tiene por qué ser noble, según advirtió. «La literatura no es una profesión más noble que la de un carpintero. La senda de un escritor puede ser el dinero o algo más metafísico, pero todo lo demás es secundario».

(publicado el 15-12-2004 en el diario Gara)


« anterior
siguiente »

© 2014 - 2019 Basque Heritage Elkartea

Bera Bera 73
20009 Donostia / San Sebastián
Tel: (+34) 943 316170
Email: info@euskalkultura.eus

jaurlaritza gipuzkoa bizkaia