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El fuego de la hoguera volvió a acabar con Miel Otxin; con la quema del bandido finalizó el Carnaval en Lantz

02/03/2006

El fuego terminó un año más con la figura de Miel Otxin, dando por finalizado el Carnaval
El fuego terminó un año más con la figura de Miel Otxin, dando por finalizado el Carnaval

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Ayer comenzó la Cuaresma y terminó por tanto el Carnaval, según señalan al menos los cánones. También en la localidad navarra de Lantz, donde la fama de su Carnaval rebasa fronteras y su más conocido baile, el Carnaval de Lantz, se ejecuta a través del año en mil fiestas y romerías tanto de Euskal Herria como del conjunto de su Diáspora. Elisabeth Irisarri firma en Diario de Noticias este artículo sobre las últimas horas de Miel Otxin, el bandido cuya figura legendaria protagoniza y caracteriza, junto a otros personajes como Ziripot y Zaldiko, al Carnaval de esta villa vasca.
El fuego de la hoguera volvió a acabar, como manda una antiquísima tradición, con las fechorías de Miel Otxin. Con este ajusticiamiento, Lantz puso el punto final a dos días de carnaval, que tienen en este personaje a su principal protagonista.

La representación se recuperó en la localidad en 1964, y Emilio Irurita lleva desde ese año participando en ella: "Yo tenía 25 años cuando vinieron los Baroja para recobrar la fiesta. Ahora tengo 67 y ya he pasado por todos los papeles". Él, y los demás herreros --un total de ocho-- eran los encargados de abrir el cortejo, atemorizando al numerosísimo y variopinto público que les observaba a ambos lados del recorrido. Entre esos visitantes se encontraban Joan Harvey, Peter Holle y Sheila Lancaster, tres turistas británicos que habían venido expresamente "para ver el carnaval de Navarra", y que confesaban haber vivido "una experiencia inolvidable".

Gritos y aullidos antes de la quema

A las 20.30 horas los gritos y aullidos de los txatxos anunciaron que había llegado la hora de la verdad, la hora de ajusticiar al malhechor. En ese momento sus coloridos atuendos llenaron de color las oscuras calles de Lantz. Como siempre, ocultaban su identidad tras su disfraz y valiéndose de ese anonimato volvieron a golpear a vecinos y visitantes con sus escobas. Tras ellos, el sonido de los txistus y los tamboriles acompañaba el último paseo del bandido-pelele, que era portado a hombros por los txatxos.

Entre todo el cortejo volvieron a destacar dos personajes: el bonachón Ziripot y Zaldiko, el caballo de Miel Otxin. El jamelgo, enfurecido por el apresamiento de su amo embistió en varias ocasiones contra Ziripot, que dio con su orondo cuerpo (relleno de helechos secos) por dos veces en el suelo, sin que el rocín tuviera piedad alguna. En un intento infructuoso por calmar al animal los herreros le pusieron las ferrak (herraduras). Después, el desfile continuó hasta dar dos vueltas al pueblo, entre el frío de la noche y el bullicioso cortejo de los txatxos. [En la fotografía superior izquierda, Ziripot (foto Javier Rey Bacaicoa)]

[La sincronía de los danzantes es absoluta, contra lo que pudiera deducirse de la anarquía de las vestimentas (foto Javier Rey Bacaicoa)]

Baile alrededor de la hoguera

En la plaza esperaban, armados con escopetas, los dos encargados de dar muerte a Miel Otxin: entre los que se encontraba uno de los herreros (Pertiz). Fueron cuatro los certeros disparos que acabaron con el bandido, que fue decapitado y desvestido antes de que sus despojos comenzaran a arder. Ése es el momento en que las emociones de los asistentes afloraron y todos los participantes en la representación --unos 50 txatxos más el resto de personajes-- bailaron alrededor de la hoguera con los despojos del ladrón el zortziko de Lantz, cuyas notas se confundían con las de los cencerros y los gritos de alegría de los txatxos.

El gélido viento y la llovizna que comenzó a caer en los primeros instantes de la representación no impidieron que el numerosísimo público volviera a llenar de coches el acceso al pueblo. Y es que como comentó José Mª Mariñelarena "cada año viene más gente a ver la representación".


EL AJUSTICIAMIENTO DE MIEL OTXIN

E.I.M.. Todos los vecinos de Lantz conocen la historia del ajusticiamiento de
Miel Otxin. Esa leyenda ha sido transmitida de padres a hijos desde tiempo inmemorial sin que nadie sepa exactamente desde cuándo existe. Miel Otxin era un bandido que tenía atemorizado al pueblo, robando a los vecinos mientras dormían. Un día, los lantzarros (ocultando sus rostros para evitar ser reconocidos), con el fortachón de Ziripot a la cabeza, se hartaron de tanto abuso y decidieron apresar al malhechor y ajusticiarlo. Se le condenó a muerte (mediante dos tiros) y se le quemó en la plaza del pueblo. Pero Zaldiko, el caballo de Miel Otxin, en su furiosa huida hacia el monte, embistió en dos ocasiones contra el bueno de Ziripot, con lo que los herreros locales no tuvieron más remedio que ponerle las herraduras para apaciguar su enfado. Aunque nada pudieron hacer para detener su marcha hacia la montaña de la que un día vino con su ya difunto dueño. [En la foto, Miel Otxin (foto Javier Rey Bacaicoa)]

(publicado el 01-03-2006 en Diario de Noticias de Navarra)


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Publicado en euskalkultura.com el 22 de febrero de 2006

Fotografías del Carnaval de Lantz y sus personajes
Obra de Javier Rey Bacaicoa, 2004

El Carnaval Vasco, página web realizada desde Pamplona
Por la Ahari Kultur Taldea de Donibane-San Juan

Carnavales en Zubieta, Aurtitz e Ituren 2006
Por Nerea Picabea, en la página de euskosare.org


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