euskalkultura.eus

diáspora y cultura vasca

Noticias rss

Vascos de la Diáspora - Gracias a la vida - El placer de aprender esa lengua que nos hace euskaldunes

08/08/2002

El grupo de jóvenes vascos argentinos y uruguayos en la entrada del barnetegi de Lazkao (foto EuskalKultura.com)
El grupo de jóvenes vascos argentinos y uruguayos en la entrada del barnetegi de Lazkao (foto EuskalKultura.com)

PUBLICIDAD

Trece jóvenes del programa 'Argentinan Euskaraz' se hallan desde el pasado enero en el barnetegi (internado) guipuzcoano de Lazkao en la fase final de su aprendizaje de euskera, una lengua "cercana en el corazón, pero que antes no entendíamos" y que "hoy, desde su conocimiento, vemos y sentimos de forma diferente".

Joseba Etxarri/Lazkao, Gipuzkoa. "No es algo fácil de explicar, pero conforme vas aprendiendo euskera te das cuenta de que no es sólo el idioma, sino que, inmersos en la lengua, están aspectos de la cultura y de la idiosincrasia de un pueblo que hacen que tu cosmovisión se amplíe y enriquezca. Yo puedo decir que para mí ha supuesto un descubrimiento y un reencuentro", afirma Maki Etchevers, una de las participantes en el programa, cuyos abuelos llegaron a Argentina desde Eiheralarre y el cantón de Garazi, en la Baja Navarra.

Lucía Méndez, de Haize Hegoa de Montevideo, 19 años y estudiante de Historia es la más joven del grupo llegado al barnetegi Maizpide de Lazkao; la propia Maki, arquitecta de 30, nacida en Cañuelas, provincia de Buenos Aires, la más veterana. Cada uno de los participantes lleva entre dos, tres y cuatro años estudiando euskera e impartiendo en su Euskal Etxea los conocimientos adquiridos. Algunos, como Maki, afirman que, si bien su padre y sus tíos nacieron y crecieron Argentinan euskaraz (hablando euskera en Argentina), el idioma no llegó en la casa hasta su generación. Viajar por vez primera a Euskal Herria en 1996 constituyó para ella un acicate. Más tarde se acercó a grupos de cultura en Buenos Aires, y cuando en 1997, en virtud del convenio suscrito entre la Federación de Entidades Vasco Argentinas (FEVA) y el Instituto Vasco de Alfabetización y Reeuskaldunización de Adultos (HABE), surgió el programa Argentinan Euskaraz, no se lo pensó dos veces.

 

"Nunca en mi vida se me había ocurrido estudiarlo", cuenta. "Tenía en la cabeza las canciones que mi papá cantaba, pero no llegaba a entender su significado. A decir verdad, empecé a estudiarlo casi como un juego. Mis amigos no comprendían muy bien por qué tantas ansias de estudiar algo que 'para qué te va a servir', me decían. Pero lo cierto es que a partir del euskera yo sentí descubrir en mí muchas cosas. Incluso tuve un lugar de encuentro muy especial con mi padre, juntos renovamos vivencias de su niñez, establecimos diálogos en euskera... Ya sé que lo veo desde el punto de vista sentimental y de la identidad, pero para mí ha sido como un regalo, yo me siento muy agradecida a la vida por haberme otorgado esta posibilidad de aprenderlo".

Iñaki Bilbao comenzó a aprender euskera en 1998. Nacido hace 22 años en Necochea y con antecedentes familiares en el Beterri gipuzkoano y en Busturia (Bizkaia), Iñaki cuenta la historia de su bisabuela, cómo la enviaron a principios del siglo pasado, con sólo quince años, desde Andoain (Gipuzkoa) rumbo a Buenos Aires en busca de un hermano "que supuestamente estaba en Argentina, como si Argentina fuese chiquito", señala él, repitiendo el relato que tantas veces escuchó de niño a su bisabuela, fallecida años atrás. Como buen número de paisanos emigrantes a América, aquella bisabuela suya sólo hablaba euskera, y en esa lengua se entendió cuando, una vez en el puerto de Buenos Aires, entró en la primera tienda de nombre vasco que encontró, una sombrerería, donde enseguida se empleó, y "con cuyos dueños mantendría durante muchos años una inquebrantable amistad, hasta el punto de que uno de los hijos de aquel comercio se casaría con el tiempo con una de las hijas de mi bisabuela".

En su familia, cuenta Iñaki, la transmisión de la lengua vasca flaqueó ya en la primera generación nacida en América, y los hijos de su bisabuela no dominaban el euskera más allá de canciones y de una comprensión limitada. En las nuevas generaciones el sentimiento se mantuvo, pero no así la lengua, hasta el día de hoy, cuando casi un siglo más tarde, llega Iñaki a recuperar esa parte de su herencia cultural. Iñaki sigue ahí los pasos de su hermana Maite. "También ella aprendió euskera en Argentina", señala él. "Luego, hace cuatro años, vino a Euskadi con este mismo programa y se quedó seis meses. Hoy día ambos nos turnamos dando clases en Necochea, tenemos cuatro grupos de euskera, dos de iniciación y otros dos más avanzados".

 

Preguntado sobre las razones que le han impulsado a comprometerse con la cultura y la lengua vasca, Iñaki subraya que siempre le impresionó el hecho de que personas como su abuela nunca regresaran a Euskal Herria. "Mi abuela nunca volvió", explica, "tanto le costó dejar su país que nunca quiso volver, pero no fue un reniego, al contrario: ella tuvo que plantearse su vida en Argentina y así lo asumió, pero, quizás inconscientemente, canalizó sus sentimientos respecto a su identidad y su cultura a través de sus hijos y sus nietos, y eso afortunadamente ha llegado hasta nosotros, sus biznietos. Yo me siento orgulloso, y sé que también ella estaría orgullosa de verme hoy, de poder conversar conmigo y de constatar que continuamos en Argentina la semilla que ella nos inculcó", asevera.

Adrián Irigoitia, 22 años, guía turístico en Jujuy, con antecedentes remotos en Euskal Herria, "creo que en Navarra", comparte clase con Iñali y Maki, y con Carolina Aguirre, 26 años, licenciada en Relaciones Internacionales y nacida en Rosario, cuyos abuelos emigraron desde Iurreta y Ziortza, en Bizkaia. En distintos niveles, desde el 4 hasta el 10, se asientan los diferentes miembros del grupo. De Montevideo procede Paola Bella, estudiante de Química, que no posee vínculos de sangre con Euskal Herria, pero que es hoy euskaldun motu propio, además de activa euskaltzale en su entorno americano, al igual que Victoria Famin, estudiante de Letras en Paraná y la también montevideotarra Lucía Méndez. También para ellas, su experiencia in situ con Euskal Herria y su cultura está siendo oso polita (muy bonita) eta izugarri aberasgarria ikuspuntu guztietatik (y terriblemente enriquecedora a todos los niveles).

En un correcto euskera, Lucía nos explica que ella se inició en esta cultura que hoy hace suya a través de dos de sus primas cuyo padre es vasco. Comenzó a acompañarlas a la Euskal Etxea y "poco a poco fui sumergiéndome. Primero fueron las danzas, luego me introduje en temas culturales... Sin apenas darme cuenta fui adquiriendo un sentimiento muy especial, de pertenencia y de compromiso con una cultura y un modo de ver el mundo". En su opinión, y sus amigas asienten, "vas acercándote a la cultura poco a poco, sea a través de las danzas, sea a través de otras actividades en la Euskal Etxea, hasta que te das cuenta de que te sientes parte. Una vez ahí, te percatas de que el euskera es como el corazón que proporciona vida a buena parte de ese universo y de esos sentimientos que son ya importantes para ti, de modo que decides comprometerte con la cultura y comprometerte con el euskera".

 

Es al parecer un proceso común o similar al que han vivido otros miembros del grupo. Entre ellos María Laura Anzuinelli, de Santa Rosa, estudiante de turismo, con ancestros de Bergara; Graxi Bakker, de Mar de Plata, 21 años, ama de casa y madre; y Analía Aguirre, profesora en Pehuajó, de 25, con antepasados en Zestoa, Gipuzkoa. El grupo cuenta con un músico, Pablo Arbía, estudiante de Composición, de La Plata, de 20 años, y con una profesora de inglés, Verónica Unsain, chacabucotarra de 28.

Todos ellos se han empeñado en el mismo propósito respecto al euskera. Primero en su país natal, hoy aquí en la propia Euskal Herria. Algunos, no contentos con los dos o tres meses en el barnetegi, aspiran a conseguir una beca que les ayude a seguir y, en un último esfuerzo, sacar el EGA (Euskararen Gaitasun Agiria o título de capacitación lingüística). "El euskera está en la base de la cultura vasca y queremos aprovechar al máximo nuestra estadía", afirman sucesivamente Maite, Victoria, Pablo, Lucía, Paola y Maki. A ellos, como al resto del grupo, no les ha importado cambiar sus vacaciones de verano en Argentina-Uruguay por un invierno de barnetegi en Euskal Herria. Más allá de sus palabras, su actitud, el brillo en sus ojos y la sonrisa que ilumina sus caras cuando narran su experiencia confirman su satisfacción por el camino que han emprendido.



Comentarios

  • Salinardi

    hola, llegué a Uds. gracias a las facilidades que da internet como es obvio. Mi consulta es si tengo posibilidades de ubicar de algún modo a Paola Bella, que se es quien creo que es la conocí en Argentina hace como 11 años atrás y de la que siempre guardé un buen recuerdo junto con otras chicas que conocimos en mi ciudad natal (San Nicolás) allá por el verano del 98 y me regalaron una anécdota muy graciosa que siempre cuento... Les dejo mi mail, espero no ser una molestia: salinardif@yahoo.com.ar Saludos

    Francisco, 07/06/2009 22:09

« anterior
siguiente »

© 2014 - 2019 Basque Heritage Elkartea

Bera Bera 73
20009 Donostia / San Sebastián
Tel: (+34) 943 316170
Email: info@euskalkultura.eus

jaurlaritza gipuzkoa bizkaia