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Por qué Olentzero, el personaje vasco de la Navidad, resulta desconocido para algunos en la Diáspora

15/12/2015

Con la pipa en la boca y sonriente, Olentzero es el encargado de llevar los regalos de Navidad a niñas y niños de origen vasco (Imagen: E.K.)
Con la pipa en la boca y sonriente, Olentzero es el encargado de llevar los regalos de Navidad a niñas y niños de origen vasco (Imagen: E.K.)

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A medida que se acerca la Navidad, los centro vascos del mundo preparan planes para celebrar la ocasión y, entre ellos, casi siempre hay cabida para un programa infantil: la visita de Papa Noel, Santa Claus u Olentzero. Pero, ¿quién es Olentzero? El personaje navideño más popular en Euskal Herria es, aún, un desconocido para algunos en la Diáspora. Desde su corresponsalía en EEUU, EuskalKultura.com intenta dar una explicación a este fenómeno.

Los Ángeles, EE.UU. Olentzero es un fuerte carbonero que vive en las montañas y disfruta del buen comer. Básicamente, esas son las únicas características en las que coinciden las diferentes versiones de este personaje a lo largo de la geografía vasca. A partir de ahí, el mito varía de pueblo a pueblo, de valle a valle y, también, entre ciudades.

La razón principal podría ser que su presencia en las festividades navideñas –y previamente en las costumbres paganas− no fue generalizada en Euskal Herria hasta la segunda mitad del siglo XX, cuando las Ikastolas comenzaron a expandirse de forma notable.

En una entrevista ofrecida a Urola Kostako Hitza, el antropólogo Oier Araolaza (Elgoibar, 1972) indica que “la Federación de Ikastolas creyó conveniente contar con un homólogo vasco de los Reyes Magos españoles”.

¿Significa esto que Olentzero es un invento moderno?

Para nada. Olentzero es un invento muy antiguo, como la mayoría de los mitos en la mayor parte de las culturas. La hipótesis más extendida lo sitúa en una época previa a la cristianización. Al igual que las demás, la cultura vasca se ha transmitido de manera oral durante siglos. De hecho, muy poco se escribió sobre Olentzero hasta alrededor de 1900, cuando estudiosos y académicos como Resurrección María de Azkue, Joxemiel Barandiaran y Aita Donostia, por mencionar unos pocos, comenzaron a hacerlo.

Estos investigadores, a pesar de recopilar diferentes historias y teorías alrededor de nuestro personaje, coincidieron en que su fama no era igual en todos los territorios vascos. Olentzero se celebraba, principalmente, a lo largo del curso del Bidasoa, en algunas partes de Gipuzkoa y en el norte de Navarra, cerca de los Pirineos. Por su parte, Rafael Eneterreaga Irigoyen (Lesaka, 1942) indica que la tradición más antigua alrededor de este carbonero se celebra en Lesaka.

Sea como fuere, hay un denominador común: todas esas zonas están en el centro de Euskal Herria, donde mejor se han conservado algunas tradiciones.

Olentzero en la Diáspora

Siendo un mito desigualmente arraigado en el país y con una expansión generalizada más bien tardía, no sorprende que para algunos miembros de la Diáspora resulte desconocido. Es por ello que, en zonas del mundo en que la diáspora vasca se asentó hace tiempo, Olentzero haya llegado más tarde. Pero en las áreas en las que la inmigración sea más moderna, o aún se dé, el personaje cobre especial vida.

La leyenda más conocida de Olentzero

Una de las cientos de viejas leyendas que el antropólogo Joxemiel Barandiaran recopiló a lo largo de su vida fue la de Olentzero. En sus textos, Olentzero se presenta como el más joven de los jentiles, una especie de gigantes de la mitología vasca. Una noche, varios jentiles divisaron una estrella especialmente brillante y fueron a preguntar por su significado al mayor de ellos. “Ha nacido Kixmi, es el fin de nuestra era”, dijo, sin dudarlo, el anciano. “Ahora, echadme a esa sima y tiraos el resto tras de mí. El más joven, que se quede fuera y cierre la cueva con una roca”. Kixmi, representado en la mitología vasca como un demoníaco mono, era Jesucristo y el más joven de ellos no era otro que Olentzero. Éste bajó de las montañas para anunciar a los hombres la llegada del cristianismo.

Desde entonces, en Navidades, Olentzero es representado como un carbonero –a veces, también, como un pescador o un agricultor, dependiendo de la zona−. En algunas localidades se le consiera un hombre sabio, vestido elegantemente, y en otras, como a un tonto, vestido con harapos. A lo largo del siglo XX nuevas características se le fueron adhiriendo al personaje: como una barba, negra o blanca, y el hecho de que los niños le escriban cartas, pidiéndole los regalos que quieren recibir. Una clara influencia de mitos de los alrededores, como Papá Noel y Santa Claus.

En los últimos años, una mujer, Mari Domingi, cuyo origen entronca con una antigua canción relacionada con el anuncio de la llegada del cristianismo a Euskal Herria, se ha unido a la tradición. Se la presenta como la mujer o la acompañante de Olentzero.

¿Más antiguo que los jentiles?

El ya fallecido etnólogo Juan Garmendia Larrañaga creía que Olentzero, antes de ser representado como carbonero y anunciador de la Natividad, era representado como un tronco de madera. Ese tronco sería quemado y con sus cenizas se cubriría el resto de maderas de la cocina. Y sobre esa pila, un par de pinzas y una pala se colocarían en forma de cruz, para ahuyentar los malos espíritus. Una práctica que se solía llevar a cabo antes de acostarse.

Una popular canción sobre Olentzero

Hay decenas de canciones que se le cantan a este personaje tan querido, pero esta es la más celebrada en Navidad:

Olentzero joan zaigu [Olentzero se ha ido]
mendira lanera [al monte a trabajar]
intentzioarekin [con la intención]
ikatz egitera [de hacer carbón].

Aditu duenean [Cuando ha sabido]
Jesus jaio dela [del nacimiento de Jesús]
lasterka etorri da [ha venido rápidamente]
berria ematera [a dar la noticia].

Horra! Horra! [¡Ahí está!]
Gure Olentzero, [Nuestro Olentzero]
pipa ortzea duela [con una pipa entre los dientes]
eserita dago [y sentado].
Kapoiak ere baditu, [Tiene varios capones]
arraultzatxoekin, [y huevos]
bihar meriendatzeko [para merendar mañana]
botila ardoarekin [con una botella de vino].

Olentzero buru handia [Olentzero cabezón]
entendimenduz jantzia // entendimendu gabia [lleno de conocimiento // falto de conocimiento]
bart arratsean edan omen du [anoche bebió]
bost arrobako zahagia [una gran bota de vino].
Hau urde tripa handia! [¡Cerdo tripón!]
Tralalalala tralalalala (bis)



Comentarios

  • Para Ana María

    Me alegro mucho de que el artículo te haya sido de ayuda, Ana María. Un fuerte abrazo!

    Ander Egiluz Beramendi (Los Angeles), 15/12/2015 20:28

  • el olenzero

    LO Conocì por ustedes ¡¡¡ y Lo amè Esquerrik asco

    Ana Maria Ugarte (Bs.As Capital), 15/12/2015 18:22

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