La leyenda del Olentzero protagoniza el último número de las 'Hojas de Formación' sobre cultura vasca de FEVA
29/12/2004
Olentzero, recibido el pasado día 24 en Pamplona
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César Arrondo, autor de las 'Hojas de Formación' sobre cultura vasca que publica la Federación de Entidades Vasco Argentinas (FEVA), ha dedicado el número 11 de las mismas al personaje del Olentzero y a las diversas formas en que se celebra su llegada en los diferentes pueblos de Euskal Herria. El artículo de Arrondo nos remite a tiempos pasados, en los abundaban en la geografía vasca seres como las hadas o los duendes llamados 'galtzagorris' o 'pantalones rojos'.Siguiendo con su trabajo de difusión de la cultura euskaldun, las 'Hojas de Formación' se hacen eco en esta ocasión de la leyenda del Olentzero, que según recoge César Arrondo 'tiene sus raíces en el municipio navarro de Larraun. En la creencia popular el Olentzero es un hombre que tiene tantos ojos en la cara como días tiene el año; entraba cada 'Nochevieja' en los pueblos para llevarse a todos los niños que encontraba despiertos'.
El escrito recoge una leyenda según la cual un hada acompañada de los galtzagorris o duendes de 'Pantalones Rojos' encontró a un niño abandonado e indignada por la crueldad de los seres humanos lo dio en adopción a una pareja de ancianos y lo llamó Olentzero. El niño creció feliz, trabajando como carbonero, pero a la muerte de sus padres adoptivos le embargó la tristeza y se dedicó a repartir regalos entre los niños huérfanos y contarles historias para alegrarlos.
Según esta leyenda Olentzero murió mientras intentaba salvar a unos niños de una casa en llamas y en recompensa por su buen corazón el hada le dio vida eterna y le encomendó la tarea de repartir cada año regalos entre los niños.
Junto a la leyenda, las Hojas de Formación explican las distintas representaciones del personaje en Euskal Herria: 'El Olentzero es un extraño hombre, de buen comer, que cada nochebuena se cuela en las casas bajando la chimenea. Su vestimenta y profesión depende de las regiones donde se le rinde culto. Así, en Oiartzun (Gipuzkoa) dicen que se trata de un carbonero que vive con su mujer y que va a la cocina de las casas cuando la familia se va a dormir, para calentarse en el fuego. En Zarautz aseguran que tiene ojos muy rojos, casi sangriolientos, y en Elduayen que su cara, tiznada con carbón, es negra.'
'En algunos pueblos, como Oiartzun, Lesaka y Leitza es costumbre representar al Olentzero con un maniquí hecho a base de paja y trapos que los niños llevan por las casas para pedir el aguinaldo de Nochebuena. En el municipio navarro de Larraun cuelgan en la chimenea la imagen del Olentzero con su boina en la cabeza y una hoz en la mano, hasta después de la Misa del Gallo, como símbolo de prosperidad y de buena suerte. En Pamplona ya es típico el desfile de los Olentzeros danzando al son de los Txistus y Tamboriles en la tarde del día de Nochebuena.'