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La labor de la Sociedad de Ciencias Aranzadi, merecedora de la Medalla de Oro del Ayuntamiento de Donostia

16/05/2005

El antropólogo berastegiarra Jesús Altuna, persona de referencia en la Arqueología Prehistórica vasca, ex-presidente de Aranzadi y responsable de su sección Arqueología Prehistórica (foto Galtzaundi)
El antropólogo berastegiarra Jesús Altuna, persona de referencia en la Arqueología Prehistórica vasca, ex-presidente de Aranzadi y responsable de su sección Arqueología Prehistórica (foto Galtzaundi)

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Próxima a cumplir 60 años al servicio del patrimonio arqueológico, prehistórico, antropológico y biológico vasco, la Sociedad de Ciencias Aranzadi es una entidad sin ánimo de lucro, cuyos objetivos son la investigación, divulgación y protección del patrimonio cultural y natural de Gipuzkoa y Euskal Herria. Con secciones como Antropología Física, Arqueología Histórica, Arqueología Prehistórica, Astronomía, Botánica, Entomología, Espeleología, Etnografía, Geología, Micología y Vertebrados, su aporte al patrimonio cultural del país desde que fue creada en pleno franquismo por un grupo de investigadores vascos ha sido notable. El siguiente artículo de Teresa Flaño en El Diario Vasco realiza un repaso a su actividad en este momento en el que la entidad recibe la Medalla de Oro de Donostia-San Sebastián.
Para entender el trabajo de la Sociedad de Ciencias Aranzadi es necesario conocer uno de sus patrimonios más importantes, toda la documentación que sus socios han ido recabando desde su creación. La biblioteca, cuya responsable es Lourdes Ancin, se caracteriza por el libre acceso al fondo para que todos los interesados tengan a su disposición la mayor documentación posible, y se define como «un espacio democrático donde el acceso a la información está garantizado». En el último año se ha producido un aumento cuantitativo de los fondos, incremento especialmente relevante en el caso de las monografías. Las subvenciones recibidas y el incremento de personal han permitido que se pueda dedicar más tiempo a la catalogacióny ampliación del fondo bibliográfico-documental. Por ejemplo el año pasado por intercambio se recibieron 233 monografías, se compraron 164 y se donaron 465. El fondo cuenta en la actualidad con un total de 22.030 monografías y con 1.988 títulos de revistas que en números llegan a 56.003.

Uno de los estandartes de Aranzadi es la revista Munibe, su principal órgano de difusión, cuenta con dos ramas, la dedicada a las Ciencias de la naturaleza y la de arquología y llegán a lugares como la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos, o a la universidad de Moscú.

No es un tablón de anuncios al uso, en él, en lugar de vender coches o alquilar una habitación, se ofrece un ordenador moderno, se anuncia una próxima excursión a Arcachon --y no para degustar ostras sino para avistar pájaros--, se presenta el programa de campamentos de verano o se invita a participar en unas jornadas de arqueología. El tablón de anuncios de Aranzadi es un reflejo de esta sociedad de ciencias, --sin ánimo de lucro, cuyos objetivos son la investigación, divulgación y protección del patrimonio cultural y natural--, porque demuestra que es permeable, abierta a todos los aficionados a las ciencias y al mismo tiempo cuenta con expertos en sus diversas secciones que aportan unos estudios de alto nivel.

Ahora, Aranzadi es noticia porque el Ayuntamiento de San Sebastián ha acordado concederle su Medalla de Oro por su trayectoria dedicada a la investigación científica y su vinculación con la ciudad, donde siempre ha estado ubicada su sede. Pero habría que destacar que lo importante de esta casi sexagenaria entidad --en 2007 celebrará su sesenta aniversario de su fundación-- es que durante todo este tiempo, y de forma ininterrumpida, ha sido el garante de la memoria guipuzcoana y por extensión de la vasca. José Miguel Larrañaga, presidente de Aranzadi, se congratula de que sea precisamente este año cuando se les de la distinción «porque aunque los organismos oficiales aprobaron los estatutos en 1947, fue dos años antes, en el 45, cuando se plantó la semilla para crear la sociedad. Es una manera de recordarlo».

En el acto de entrega tendrá un protagonismo especial Miguel Cristóbal, cuya casa situada en la plaza Sarriegui fue la primera sede de Aranzadi. Jesús Altuna, un referente a la hora de hablar de la sociedad de la que fue presidente hasta 1999, que en la actualidad dirige la revista Munibe dedicada a Antropología y Arqueología y es miembro del comité científico, recuerda que el germen que daría más tarde nacimiento a la sociedad brotó en agosto de 1946, a raiz de una visita de naturalistas catalanes entre los que se encontraba Ramón Margalef --uno de los precursores del ecologismo en España-- . Se pusieron en contacto con el grupo de Amigos de Aralar y juntos pasaron doce días en el refugio de Igaratza. Los integrantes del grupo vasco se preguntaron por qué tenían que venir de fuera para investigar y decidieron, con Jesús Elósegui a la cabeza, crear una sociedad para estudiar y divulgar la geología, botánica, zoología y antropología del País Vasco.

Fueron tiempos azarosos debido a la situación política. La Sociedad de Estudios Vascos había sido disuelta por el Gobierno de Madrid y los investigadores guipuzcoanos, como Joxemiel Barandiaran, se encontraban exiliados. Faltaban permisos, los boletines de Munibe debían pasar por una censura previa y los fondos eran muy escasos, como patrimonio sólo tenían la afición de unos mendizales que gustaban de observar todos las piezas, vivas o inertes, que encontraban en sus paseos. La primera sede institucional fue en la trasera del Museo San Telmo que quedó pequeña. Tras varias negociaciones la Diputación acordó pagar el alquiler de los locales de Zorroaga y la Kutxa, entonces la Caja de Ahorros Municipal, les cedió una de las torres Arbide.

En todo este tiempo, como comenta José Miguel Larrañaga, «Aranzadi ha pasado de tener un espíritu de aficionado, para ser una entidad competitiva con 2.500 socios». El mérito en estas casi seis décadas ha estado en que «los vascos han aprendido a conservar su patrimonio y Aranzadi ayudó a que se interesaran por los detalles que tiene la naturaleza que nos rodea». El presidente de la asociación entiende que «uno de los elementos a destacar de nuestra sociedad es que ahora tenemos laboratorios, investigadores y muchos de nuestros socios son universitarios, pero al mismo tiempo se sigue manteniendo el espíritu del mendizale o el perretxikuzale que van al monte con el amaiketako» . Casos como el río de leche de luna localizado en el macizo del Ernio o la cueva de Ekain son muy escasos. «Nuestro trabajo es una labor más oscura, del día a día».

El secretario general, Juantxo Aguirre Mauleon, comparte las opiniones de Larrañaga: «Aranzadi se define por la gente que vuelca sus ganas, ilusiones y una vocación muy fuerte en el ámbito de la investigación más o menos científica, según la preparación». El año pasado comenzó una nueva etapa de la sociedad con el inicio de un proceso de expansión que comenzó con una reorganización interna y con la creación de nuevos instrumentos como el Instituto Aranzadi para un adecuado y eficaz desarrollo de las actividades realizadas de manera remunerada. Aguirre puntualiza, que «en este aspecto nos estamos profesionalizando, porque debemos atender a las realidades de la sociedad del conocimiento, a las necesidades del mercado científico y a la legislación en materia laboral, además de gestionar cada vez más recursos económicos y humanos. Pero seguimos siendo una sociedad sin ánimo de lucro y en ella continuarán desarrollándose todas las actividades, que de forma desinteresada y de un modo militante, se han realizado hasta la fecha. Es preciso defender y proteger ese espíritu aranzadiano que es nuestra principal seña de identidad y que tantos logros ha aportado».

Siguiendo con esta filosofía, Aguirre Mauleón comenta que «una reflexión que estamos haciendo en Aranzadi es que Gipuzkoa necesita un referente independiente en muchos temas, especialmente los medioambientales, porque es un campo muy complicado al mezclarse temas económicos y políticos. Nosotros garantizamos que seguimos el camino científico, aunque también reconocemos que vemos con temor determiandos asesoramientos medioambientales externos que a la larga pueden perjudicar nuestro habitat. Generamos conocimientos y asesoramos, pero nos tienen que solicitar los trabajos».

Desde esta sociedad reconocen que «sin las instituciones no podríamos vivir, sería prácticamente imposible». Dentro de los trabajos encargados por los entes vascos se encuentra por ejemplo el depósito del patrimonio mueble arqueológico de Gipuzkoa.


Secciones de Aranzadi

ANTROPOLOGÍA FÍSICA

Dirigidos por Francisco Etxeberria, los miembros de este departamento están muy centrados en el trabajo encargado por el Gobierno Vasco de buscar documentos y restos de fusilados y desaparecidos durante la Guerra Civil. También colaboran con Castilla-León. Se recogen testimonios sobre los recuerdos y sentimientos de aquellos episodios trágicos vividos por las familias afectadas. La investigación se complementa con la localización de distinta documentación en archivos militares e instituciones penitenciarias. Las exhumaciones han permitido recuperar distintos restos humanos. Además se sigue estudiando la paleopatología de los yacimientos del País Vasco.

ARQUEOLOGÍA HISTÓRICA

El departamento encabezado por Alfredo Moraza realiza intervenciones de urgencia cuando se van a efectuar actuaciones urbanísticas en zonas de presunción arqueológica. En estos momentos se einvestiga en Santa Ana de Bolueta en Galdakao la industria de aprovechamiento del hierro de Vizcaya. También se trabaja en la ferrería Igartza de Beasain, en los yacimientos de Zarautz y Getaria. Se prepara la recuperación del fuerte de Santa Bárbara en Hernani, además de investigar pequeñas localidades como Orexa y Olaberria. Uno de los logros de Aranzadi ha sido crear una carta arqueológica que aumenta con los años y que es un referente para distintas publicaciones. Se realizan visitas para valorar el estado y potencialidad de los elementos incluidos como áreas protegidas, así como reconocer sobre el terreno otros no incluidos en inventarios oficiales, pero susceptibles de serlo.

ARQUEOLOGÍA PREHISTÓRICA

Con Jesús Altuna al frente, entre sus proyectos principales se encuentran las excavaciones de Jaizkibel, que en su día inició Juan San Martín y que son los restos más antiguos de Gipuzkoa. En los tres últimos años se ha procedido a revisar las áreas del monte en su vertiente norte, desde Higer hasta Gaztarrotz. Otro yacimiento que está en estudio, --séptima campaña de excavación--, es Irikaitz en Zestoa. También se sigue trabajando en la cueva de Lezetxiki en Arraste. La labor de laboratorio de arqueología y paleornitología es una de las principales colecciones de Europa. La recopilación de huesos durante los últimos años ha permitido conocer que Ekain era un asentamiento temporal e iban allí cuando nacían los cervatillos para alimentarse. Uno de los trabajos estrella es la construcción de la réplica de la cueva de Ekain que se está realizando en Montiganc, en el Périgord francés, a cargo de Renaud Sanson. Será la primera réplica del mundo realizada sobre una base mineral. De ahí que un trozo de pared de un centímetro de espesor vaya a pesar diez kilos por metro cuadrado. Además, está la custodia del patrimonio arqueológico de Euskadi.

ASTRONOMÍA

Kristina Zuza dirige el departamento de Astronomia entre cuyas facetas más destacadas se encuentra la actividad divulgativa en colaboración con Kutxaespacio. El aspecto didáctico está muy presente en este grupo que cuenta con una exposición sobre auroras boreales que se lleva a las casas de cultura que la solicitan. Como observadores del cielo, la contaminación lumínica es uno de los aspectos que más preocupa a los integrantes de esta sección porque como consecuencia los astros dejan de verse y sólo se pueden contemplar las estrellas más brillantes. Lo mismo ocurre con cantidad de fenómenos luminosos que precisan de un entorno medianamente oscuro para observalrlos. Además cuentan con un nuevo proyecto que tiene como objetivo fotografiar el cielo de Euskal Herria, con la intención de elaborar un catálogo de las constelaciones, nebulosas, galaxias y demás que pueden verse en el cielo vasco.

BOTÁNICA

En esta sección se ha constatado en los últimos años un incremento de la incorporación de gente joven. Gracias a un acuerdo suscrito con el Departamento de Ordenación del Territorio y Medio Ambiente del Gobierno Vasco, el departamento de botánica se ha transformado en el observatorio de la biodiversidad de la flora y vegetación de la Comunidad Autónoma Vasca. Es un estudio en profundidad de cómo está la vegetación vasca, una radiografía constante tomando como base el importante herbario de Aranzadi, que es el de referencia para el norte de la peninsula y cuyos datos se están volcando en la red europea através del Real Jardín Botánico de Madrid. Iñaki Aizpuru es el responsable de esta sección.

ENTOMOLOGÍA

Es aquí donde se ha dado uno de los saltos más importantes en la formación de los integrantes del departamento. Han aumentado los universitarios y se han realizado las dos primeras tesis doctorales sobre el tema. La primera fue Leticia Martínez de Murguía sobre los iminopteros de la finca de Artikutza y luego Alberto de Castro, que dirigie el departamento, sobre las arañas en los encinares cantábricos de Gipuzkoa y Navarra. Una de las preocupaciones de Aranzadi es que muchas veces tienen gente muy capacitada, que ha salido de la universidad, que publica habitualmente en revistas internacionales. En ocasiones no encuentran recursos para formar equipos. Por ejemplo De Castro se va dos años a la universidad de Kentucky.

ESPELEOLOGÍA

Fundamentalmente se realiza labores de cartografía de las cavidades de Gipuzkoa. Lo más sonado ha sido el descubrimiento de un río de leche de luna en el macizo del Ernio. Se sigue estudiando toda la fauna de invertegrados que se encuentran en las cuevas. Además se participa en expediciones a Venezuela. Los espeleólogos de Aranzadi tienen localizadas 1.900 cuevas y simas en Gipuzkoa y la cifra aumenta año tras año.

ETNOGRAFÍA

La sección dirigida por Fermín Leizaola, después de muchos años de realizar las exposiciones de Zaharkinak, este año ha centrado los esfuerzos en reorganizar e informatizar los fondos de la colección etnográfica de la Diputación Foral. El responsable de este departamento considera que cada vez es más difícil encontrar informantes de tradición oral no contaminados. Palmatorias de petróleo, aventadores transportables de cereales, una máquina sumadora Lipsia mecánica para realizar las cuatro reglas, diversos modelos de cestas, fisga de cinco puntas para la pesca de anguilas en el río y regatas, o el calentador eléctrico para ensancha el cerquillo de cuero de las boinas son algunos de los elementos que se localizaron en la última Zaharkinak celebrada en Tolosa.

GEOLOGÍA

El protagonista de esta sección es el museo geológico Luberri, en Oiartzun, dirigido por José Ángel Torres y Klara Gutiérrez, que también están asesorando un proyecto en La Rioja. Otra excavación importante es el yacimiento de la cueva de Praileaitz. Ahora el departamento se está dedicando a divulgar el material recogido en los últimos veinte años. El día 15 en Egea, La Rioja, se va a inaugurar el centro de interpretación paleontológico, en donde colaboran.

MICOLOGÍA

Se sigue haciendo la colección de exiccatas para poder referenciar las piezas. Este departamento, a través de José Manuel Lekuona, lleva diez años trabajando en una extensa y completa base de datos en la que están registradas unas diez mil especies obtenidas a partir de diversas consultas bibliográficas cuyas fuentes también han sido recogidas. Esta recopilación se completa con las características de unas 1.200 especies fotografiadas en Euskal Herria y sus alrededores. Incluye un capítulo con sinónimos y otros nombres populares con los que pueden ser conocidas las diferentes especies en diversas lenguas, tanto del Estado como de otros países se Europa. Además asesoran a las autoridades sanitarias en temas de toxicología.

VERTEBRADOS

Otra de las secciones que ha dado un gran vuelco. Tiene gran historia ya que fue la primera estación de anillamiento de toda la Península Ibérica, que se creo en 1949. Siemrpre recalcan que tienen competencia a nivel europeo. Tienen una anilla propia, denominada ESA (Estación de San Sebastián de Anillamiento). Así, que como comentan en Aranzadi, si alguien ha llevado el nombre de Donostia por todo el mundo ha sido nuestra propia avifauna. En los últimos tres años se ha incorporado un equipo nuevo, con 24 personas trabajando, se hacen cursos de anilladores con certificados. En el 2009 celebrarán, con motivo del 50 aniversario, el Congreso Euring, Unión Europea para el Anillamiento. En las cinco décadas que llevan funcionando, su papel ha sido fundamental para que Doñana fuera catalogado como Parque Natural. Otras de sus actividades estelares es el seguimiento, que desde 1998 se está realizando de la ranita meridional y el mantenimiento de Arrano Etxea, el hogar de acogida donde Josean Albisu recupera la fauna silvestre guipuzcoana, aunque también han tenido aves exóticas como la ocasión en la que se debieron de ocupar de un centenar de loros decomisados.

(publicado el 15-05-2005 en El Diario Vasco)


Enlaces relacionados

Sociedad de Ciencias Aranzadi
www.aranzadi-zientziak.org

Zaharkinak, un proyecto etnográfico de Aranzadi
En www.gipuzkoakultura.net/zaharkinak

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