Madrid, España. El Orfeón de Euskal Etxea de Madrid —también conocido como Orfeón Vasco de Madrid— ofrecerá este martes 17 de junio su tradicional concierto de fin de temporada, en este caso bajo el título de "Zur eta Lur" (Cielo y Tierra), en la madrileña iglesia de San Ignacio. Bajo la dirección de Esteban Urzelai y acompañado al piano por Jesús Campo, "el concierto ofrecerá un recorrido emocional entre el cielo y la tierra a través de un cuidado repertorio que incluye obras tradicionales de Euskal Herria y nuevas composiciones", señala la nota remitida a EuskalKultura.eus por la formación.
Esta última cita del curso llega tras la finalización con gran éxito a fines de mayo del ciclo 'Madrid Kantuz'25', una iniciativa impulsada desde el Orfeón de Euskal Etxea como espacio privilegiado para la difusión y proyección de nuestra música coral en la capital española. Los conciertos se desarrollaron entre febrero y mayo con una acogida inmejorable del público, registrando llenos absolutos en todas las actuaciones. A remarcar el carácter no lucrativo de los eventos y la alta calidad de las formaciones a lo largo de cuatro conciertos que protagonizaron respectivamente Suhartz Korua, Coral Santa Lucia Abesbatza, Loinatz Abesbatza y el coro anfitrión.
"Madrid Kantuz 2025": El coro donostiarra Suhar Korua, dirigido por Esteban Urzelai
"Madrid Kantuz 2025": Santa Lucia Abesbatza de Laudio-Llodio, dirigido por Juanlu Díaz-Emparanza
"Madrid Kantuz 2025": Loinatz Abesbatza de Beasain, dirigido por Aitor Garitano
"Madrid Kantuz'25" llega este año a su segunda edición y cuenta con el apoyo de la Real Congregación de San Ignacio y de Euskal Etxea de Madrid, con la colaboración del Gobierno Vasco. Especial agradecimiento a las tres corales llegadas de Euskal Herria. Y, cómo no, a la meritoria y continuada dedicación de quienes integran el Orfeón Vasco de Madrid. A su cargo estuvo la organización integral del ciclo, la comunicación, la logística, la producción técnica, el recibimiento y acompañamiento a los visitantes y la organización de las jornadas gastronómicas. Su implicación fue clave para el ambiente cálido y fraternal en cada concierto, dignos representantes de la cultura y los modos vascos. De rigor un sonoro Zorionak eta Eskerrik asko.