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Navarra es una tierra de gran tradición de pelota mano, con miles de aficionados en todo el territorio. Entre los profesionales, basta con contar cuántos de ellos son navarros para darse cuenta. Hombres, por supuesto, porque que es un mundo masculino. Pero también hay quien trabaja para cambiar esta realidad. En Iruña han creado una asociación de mujeres pelotaris y su nombre nos da pistas de su objetivo: Aldatze (cambio). A continuación resumimos un artículo (en euskera) del periodista Unai Oiartzun para Gaztezulo.eus.

Unai Oiartzun/Gaztezulo. Naroa Iturain no recuerda el primer día que jugó a pelota mano. Ha jugado en frontones desde pequeña, con sus padres y con amigos. Cuando empezó a jugar en la ikastola era su pasatiempo favorito: "Solíamos jugar tres o cuatro chicas, entre los chicos". Pero tras dejar la ikastola, también dejó la pelota. Ella no pasó por la escuela de pelota, pero conoce a chicas que al llegar a los 13-14, tuvieron que dejarla. “les dicen que escojan pala o raqueta, que el material de los chicos es demasiado duro, para que no se estropeen las manos", explica.

Sin embargo, a quien le gusta la pelota, le suele gustar jugar a mano. Hace dos años y medio, un grupo de mujeres con esa afición se juntaron para crear una asociación. Una de sus impulsoras es Ana Calvo, nacida en Cantabria, pero que tiene una amiga de la cuadrilla en Larrababetzu (Bizkaia), donde existe la asociación de mujeres Txokoa, creada por los padres y madres de los txikis que juegan a pelota. “Fue nuestro referente”, admite Calvo. Hoy en día hay una docena de mujeres en Aldatze, de diversas edades. La más jóven tiene 17, y la mayor 40.

Algunas han pasado por escuelas de pelota. Ellas conocían la técnica y las bases de la pelota mano. Otras, en cambio, aprendieron en la asociación. Al comienzo tuvieron la ayuda del ex-pelotari Carlos Armendariz. “Aprendimos mucho de él, le estamos muy agradecidas”, asegura Ana Calvo. Después, recibieron una masterclass de la pelotari Patri Espinar. Naroa Iturain confirma que fue muy útil: “Nos dió pautas para hacer entrenamientos productivos. Porque no todo es venir al frontón y dar pelotazos”.

El artículo completo, en euskera, en Gaztezulo.eus.