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LANDABURU: EL PROTAGONISTA DE LA MODERNIZACIÓN DEL PNV Y SU CONVERSIÓN EN UN PARTIDO EUROPEÍSTA Y DEMOCRISTIANO

LANDABURU: THE LEAD OF THE MODERNIZATION OF THE PNV AND ITS CONVERSION INTO A PRO-EUROPEAN AND CHRISTIAN DEMOCRAT PARTY

En 2009, con el título “Landaburu: el alavés europeísta”, Leyre Arrieta publicó en la revista Sancho el Sabio uno de sus primeros acercamientos a la figura del político nacionalista vasco Francisco Javier Landaburu, que había protagonizado buena parte de su tesis doctoral, publicada en Tecnos, y que tituló Estación Europa. La política europeísta del PNV en el exilio (1945-1977). Retomó así la biografía de un servidor público de enorme talla intelectual que había consagrado su vida al servicio de la causa vasca, siendo el autor material y principal cara visible de la estrategia europeísta tanto del PNV como del Gobierno vasco en el exilio desde su primer impulso tras el fin de la Segunda Guerra Mundial hasta su fallecimiento en 1963.

Cierto que tanto su figura como la de otros políticos coetáneos de esta misma ideología y generación, entre ellos, Antón Irala, Jesús María Leizaola, José María Lasarte, Manuel Irujo, Telésforo Monzón o Juan Ajuriaguerra ha quedado relegada a un segundo plano ante el importante magnetismo generado por José Antonio Aguirre, como han puesto de manifiesto en otras obras y medios tanto la citada académica de la Universidad de Deusto como otros investigadores especializados en la historia del nacionalismo vasco, entre ellos, Ludger Mees, Santiago de Pablo, José Luis de la Granja o Alexander Ugalde. Pero a tenor de las publicaciones más recientes parece que se está invirtiendo esa tendencia o, por lo menos, se está contrarrestando: en 2019 Eugenio Ibarzabal revisitó la figura de Ajuriaguerra, dos años después Fernando Martínez Rueda publicó un trabajo excepcional sobre David Mota Zurdo658Monzón y ese mismo año la profesora Arrieta publicó la obra que aquí nos ocupa: Al Servicio de la causa vasca. Biografía de F. J. Landaburu (1907-1963).

Si bien, en esta inusitada multiplicidad de publicaciones sobre políticos nacionalistas, la figura de Aguirre, desde las biografías de Mees en solitario y de este con de Pablo, de la Granja y Rodríguez Ranz hasta la reciente publicación de Ingo Niebel sobre el paso del primer lehendakari por la Europa ocupada, ha continuado generando ríos de tinta, lo que hace difícil que se den a conocer el resto de figuras citadas. No en vano, los políticos nacionalistas vascos y miembros del Ejecutivo vasco en el exilio Manuel Irujo, José María Lasarte o Antón Irala parecen dormir el sueño de los justos, pese a que su biografía es igualmente apasionante y está llena de vicisitudes de distinta índole: dirección del Servicio Vasco de Información; colaboración con organizaciones internacionales y de información como la OSS, el FBI o la CIA, incluso vínculos con la productora cinematográfica Paramount Pictures; o la participación en foros internacionales como la ONU o el PEN club. Son, pues, personajes que precisan de una biografía académica, que se realice con la misma contrastada calidad y asepsia que transmite la autora de Al servicio de la Causa Vasca en esta obra.

En efecto, uno de los méritos de esta monografía es que logra establecer la distancia suficiente con el biografiado y ofrecer un análisis plenamente objetivo sobre el político jeltzale. La profesora Arrieta hace un uso impecable de la metodología de la disciplina histórica al enfrentarse a la escritura de esta biografía, que es ya de por sí una tarea compleja, sin quedar prendada de la fascinación por el biografiado y, aunque con pasión -entendida esta como motivación, cualidad fundamental para la investigación- afronta su análisis sin recurrir a vericuetos. En otras palabras, muestra al personaje con sus virtudes y contradicciones, con sus polémicas, con sus claroscuros y con su papel protagonista en diferentes iniciativas y movimientos políticos, léase su paso por Unión Patriótica, el papel desempeñado en la estrategia de propaganda cultural del Gobierno vasco, su relación con la Liga Internacional de Amigos de los Vascos, las negociaciones con la Alemania nazi, el acercamiento al Servicio Vasco de Información, su protagonismo en el Consejo Vasco del Movimiento Europeo o su situación al frente de la vicepresidencia del Gobierno vasco, entre otras.

De este modo, logra echar por tierra las constructivas críticas que recibió el día que defendió su tesis doctoral y que Arrieta reconoce en la introducción de este trabajo: “hace años, en la defensa de mi tesis doctoral, los miembros del tribunal me hicieron ver que había caído en el enamoramiento de uno de los personajes, y, ciertamente, así era. Hasta entonces no me había percatado de ello. Pero, a partir de ese momento, tuve meridianamente claras dos ideas: la primera, que debía elaborar una biografía de Francisco Javier Landaburu; la segunda, que debía tener muy presente el peligro de caer rendida a sus pies”1.

Por tanto, Al servicio de la causa vasca no “cae en la vieja trampa historicista de sobreestimar la importancia” del biografiado en el proceso histórico del que fue testigo, ni ofrece una imagen estereotipada de Landaburu, ni tampoco esclerótica, ya que aparece todo hecho que fue determinante en su trayectoria vital y política2. No se trata, pues, de una heroización del político, ni de un relato hagiográfico, donde la ventaja de la retrospectiva juega un papel fundamental. La autora, como se ha indicado ya, muestra los espacios grises del biografiado y además los pone con valentía en un primer plano al convertirlos en epígrafes concretos de los diez capítulos que, divididos en tres partes, componen esta monografía. Es un texto, además, cuyo relato es fiel a la verdad histórica, como queda confirmado por el correcto uso de las fuentes que realiza la académica guipuzcoana a lo largo de todo el trabajo remitiendo a la bibliografía especializada y a la ingente cantidad de archivos y prensa consultados, desde centros de documentación como el Archivo Alberto Onaindia, el Archivo del Nacionalismo Vasco, el Archivo Histórico del Congreso de los Diputados o la Fundación Sancho el Sabio, hasta las hemerotecas de Alderdi, Oficina de Prensa de Euskadi, Cahiers Du Monde Nouveau o Euzko Deya.

Con todo, entrando de lleno en el análisis per sé de la obra cabe destacar, como ya se ha señalado, su división en tres grandes partes. Una primera dedicada a la etapa de juventud del político, desde su nacimiento en Vitoria a sus primeros coqueteos con la política (Unión Patriótica) y el vasquismo (Euzko Etxea), pasando por su posterior conversión en nacionalista vasco (PNV), hasta la obtención de su escaño como diputado de las Cortes de la República Española en 1933 representando al partido fundado por Sabino Arana. Fue, durante esta etapa, que en el libro de Arrieta ocupa tres epígrafes (1. Del vasquismo al nacionalismo, 1923-1931; En tiempos de la República, 1931-1936; y ¿Cómo pensaba? ‘Ni todo lo que fue era malo ni todo lo que vendrá será bueno’), cuando se observa a través de Landaburu el progresivo avance de determinados sectores del PNV en materia ideológica, acercándose notablemente a postulados propios de la democracia cristiana en materia social, mientras se llevaba a cabo una intensa campaña a favor del estatuto de autonomía.

Otra de las partes, titulada “Del nacionalismo al europeísmo. La madurez del político (1937-1951)”, se dedica a cómo el PNV de la mano de los Aguirre, Landaburu, Irujo o Leizaola se vio obligado a adaptarse a los nuevos tiempos de exilio y a cómo se trazaron estrategias diversas para conseguir tener voz en los foros internacionales e implementar diferentes iniciativas para conseguir su regreso a Euskadi. En este extremo, el papel de Landaburu fue fundamental. De hecho, en estos capítulos (4. Peoncillos en el tablero del ajedrez mundial, 1937-1940; 5. Entre Kaskagorris, 1940-1945; 6. Desde el cruce de caminos políticos e internacionales, 1945-1951; 7. ¿Cómo pensaba? Del velador del batzoki de pre-guerra a la mesa internacional) se observa cómo el político alavés se puso al frente de iniciativas para mitigar la crisis de refugiados y exiliados en Francia, cómo tuvieron que utilizar distintos medios -entre ellos los Servicios- para dar cobertura a los exiliados ante las medidas implementadas por el ministro francés Ybarnegaray en el sur del país galo, cómo sondearon al III Reich como vía para la recuperación de la Euskadi autónoma, o cómo reactivaron -tras la ocupación alemana de Francia- la delegación del Gobierno vasco en París (Avenue Marceau) y para desde allí poner en marcha su estrategia europeísta.

Y es que, durante la Segunda Guerra Mundial, hubo diferentes estrategias implementadas por el Ejecutivo vasco y otras proyectadas por el PNV que sufrieron diferentes obstáculos y que no lograron los objetivos propuestos con la inmediatez que precisaban el gobierno y el partido. Una de ellas fue la estrategia atlantista, que el Gobierno vasco puso en marcha en sus relaciones con Estados Unidos. Y, otra, como se estudia en la biografía de Landaburu, fue la europeísta, cuyo origen se estudia en el capítulo 6 en el epígrafe “Bajo el sol de la nueva Europa”.

El contenido de esta obra se cierra con su tercera parte, titulada “De commis-voyageur a vicelehendakari del Gobierno vasco. Reflexión a futuro (1951-1963)”. El periodo aquí analizado es la etapa final de Landaburu, pero también uno de los periodos más intensos de su carrera política. En los capítulos de esta parte (8. Perdidos en el espacio como un robot americano, 1951-1958; 9. Al lado de los lehendakaris (1958-1963); 10. ¿Cómo pensaba? La reflexión a futuro), se analiza su papel al frente de la política europeísta del partido y del gobierno, su presencia en la fundación de los Nouvelles Équipes Internationales (NEI) y el impulso de otras organizaciones de construcción europea como el Consejo Federal Español del Movimiento Europeo (CFEME) y la Unión de Fuerzas Democráticas (UFD), y se profundiza en cómo desempeñó su cargo de vicepresidente del Gobierno vasco tras el fallecimiento de Aguirre en 1960, sus negociaciones con la primera ETA o su presencia en asociaciones del exilio republicano.

Asimismo, cabe subrayar que todas las partes del trabajo se cierran con un capítulo reflexivo-conclusivo dedicado a la temática analizada, poniendo además en perspectiva la aportación que realiza el biografiado durante ese periodo y enmarcándolo en el contexto nacional e internacional. Por consiguiente, cómo se puede observar por el contenido indicado, es un libro muy completo en contenido, pero también en tono y estilo, priorizándose la alta divulgación científica. También en estructura y organización, cronológica y temática, sin olvidar la útil inclusión del índice onomástico, cada vez menos habitual en las obras historiográficas.

En síntesis, este trabajo publicado por la profesora Leyre Arrieta Alberdi será un punto de inflexión en el estudio de las biografías de los políticos nacionalistas vascos que obtuvieron la mayoría de edad durante la Segunda República o que obtuvieron su primer puesto político durante esa etapa. Pero no sólo eso. Este libro contribuye a reabrir el interés por esta generación, relegada a un segundo plano en los últimos años ante la poderosa atención que han causado otros objetos de estudio en la historiografía vasca, entre ellos, el análisis del terrorismo, su memoria y su impacto sobre la sociedad.

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1 Leyre Arrieta, Al servicio de la causa vasca. Biografía de F.J. Landaburu (1907-1963). Madrid: Tecnos, 2021, p. 11.
2 Ludger Mees et al. La política como pasión. El lehendakari José Antonio Aguirre (1904-1960), Madrid: Tecnos, 2014, p. 14. 

Enviado el (Submission Date): 17/02/2022
Aceptado el (Acceptance Date): 15/03/2022